La variante ómicron está causando un récord de contagios de COVID-19 en Rusia y Ucrania, lo que amenaza con repercutir en los cálculos militares sobre la continua acumulación de tropas rusas.
Los analistas citan varios factores como posibles contribuyentes a la posibilidad y el modo en que Rusia podría lanzar un ataque sobre Ucrania, desde el estado psicológico de Vladímir Putin a la fuerza de la respuesta occidental e incluso la firmeza del suelo durante un invierno suave en la región.
La COVID se perfila como otro elemento que podría complicar los planes para los ejércitos ruso y ucraniano, mientras el récord de casos en ambas sociedades se reproduce entre las tropas.
El general Oleksandr Syrskyi, comandante de las tropas terrestres ucranianas, dijo a The Guardian la semana pasada que de entre los 150.000 soldados en sus filas, 2.400 están contagiados con COVID. Los test se hacen solo antes de eventos especiales o en caso de que se presenten síntomas, dijo Syrskyi, lo que sugiere que el número real podría ser mucho más alto. Las bases militares ucranianas se han cerrado a las visitas para ayudar a prevenir la propagación.
“No está afectando a nuestros planes drásticamente, porque pocas personas están enfermando de gravedad, pero por supuesto estamos teniendo que asegurar el aislamiento de los casos y también tenemos que ser más cuidadosos con el uso de mascarillas y otras medidas anti-COVID”, dijo el general ucraniano en una entrevista en el aeródromo militar de Boryspil el pasado jueves.
Casos récord
Las autoridades ucranianas creen que el virus se ha extendido entre los soldados rusos situados cerca de la frontera que participan en ejercicios militares en la vecina Bielorrusia.
Los casos están creciendo con fuerza en Ucrania, que registra niveles de contagio récord en estos momentos, con una incidencia de más de 1.000 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. Según el Ministerio de Sanidad, el pasado viernes que se registraron 43.778 nuevas infecciones en un solo día, el mayor número desde que comenzó la pandemia.
La variante ómicron también ha golpeado con dureza en Rusia, con máximos históricos de nuevos casos. El país ha registrado más de medio millón de contagios por coronavirus en los últimos tres días. En los últimos datos diarios publicados, de este lunes, en Rusia se han confirmado 171.905 nuevas infecciones en 24 horas.
Ambos ejércitos tienen índices de vacunación mucho más altos que los de la población general de sus países, donde el escepticismo sobre las vacunas es generalizado. En Rusia y Ucrania, menos de la mitad de la población está completamente vacunada. El diario Moscow Times calculó hace poco que Rusia ha registrado un exceso de casi un millón de muertes desde el comienzo de la pandemia.
Syrskyi dice que el 99,3% del Ejército ucraniano ha recibido dos dosis y que se están distribuyendo las vacunas de refuerzo. Hasta noviembre, el 95% del personal del Ejercito ruso había sido inmunizado, y el 25% tenía dosis extra, según su ministro de Defensa, Sergei Shoigu. “La letalidad de la COVID es 45 veces más baja entre el personal militar que entre la población general”, dijo en una reunión con Putin.
Sin embargo, la elevada cantidad de infecciones actuales significa que una gran parte de las tropas quedará fuera de combate durante días, mientras Putin sigue manteniendo al mundo en vilo sobre sus intenciones.
“No vemos preparación para un ataque”
Las autoridades británicas y estadounidenses han dicho que un gran ataque militar ruso puede ser “inminente”, y la semana pasada la inteligencia estadounidense afirmó tener información sobre un vídeo preparado por los rusos que simula una atrocidad que sirva como pretexto para intervenir.
Syrskyi dice que las fuerzas ucranianas están listas para cualquier cosa, pero se hace eco de otras autoridades nacionales al descartar la idea de un gran ataque militar inminente, e insinúa en cambio que el objetivo del Kremlin parece ser ejercer presión psicológica y crear pánico en la sociedad ucraniana. “Vemos entrenamiento, vemos movimiento, pero no vemos preparación para un ataque directo o de fuerzas de ataque”.
Explica que la doctrina militar básica sugiere que los rusos necesitarían unas fuerzas de ataque tres veces mayores que las tropas defensivas ucranianas para lanzar un ataque militar, y que Rusia no cuenta actualmente con esto en ningún sector de la frontera ucraniana. “También esperaríamos ver bases logísticas, hospitales de campaña. Todo eso es visible desde el espacio, lo sabremos si y cuando empiece a suceder”.
Traducción de Ignacio Rial-Schies