El gobierno ruso ha arremetido contra la capital alemana por permitir que se realice un festival de música cerca de un cementerio de soldados soviéticos. El festival Lollapolooza de Berlín, cuyos cabezas de cartel son Radiohead y Kings of Leon, está programado para el 10 y el 11 de septiembre en Treptower Park, lugar en el que se levanta un memorial a soldados soviéticos que murieron durante la Segunda Guerra Mundial.
“Queremos expresar nuestra profunda inquietud por los planes que tienen las autoridades de Berlín de permitir un festival de rock en un lugar conmemorativo el próximo mes de septiembre”, dice la portavoz del Ministerio de Exteriores Maria Zakharova.
“Hay que entender que ese evento, que congregará a 50.000 personas, se va a celebrar en un lugar de enterramiento de 7.500 soldados soviéticos que murieron luchando contra el fascismo europeo”, insiste la portavoz. “Creemos que celebrar eventos de esas características en lugares conmemorativos es inaceptable y supone, literalmente, que la gente baile sobre las tumbas”.
La carta del Ministerio de Exteriores ruso siguió la senda de otra carta de denuncia firmada por diez embajadores de la antigua Unión Soviética, enviada al alcalde del distrito berlinés Treptow-Köopenick hace seis semanas.
El festival de Lollapolooza es la versión europea del festival americano fundado por el vocalista de Jane Addiction, Perry Farrel. La primera edición, celebrada en 2014, se llevó a cabo en las pistas del aeropuerto en desuso Tempelhof. En esta ocasión, se ha tenido que buscar una nueva ubicación, ya que algunas partes de Tempelhof se están utilizando temporalmente para acoger refugiados.
Tommy Nick, un portavoz del festival, ha explicado a the Guardian que nunca ha estado planeado celebrar el festival sobre el memorial existente, y que los organizadores están trabajando para llevar el montaje lo más lejos posible del lugar en el que están enterrados los cuerpos.
“Vale la pena recordar que Bob Dylan tocó frente una multitud de al menos 100.000 personas aquí cuando esta parte de la ciudad pertenecía a Alemania del Este. Hace tan solo 10 años, 200.000 personas vieron la Copa del Mundo al lado del memorial. Pero quizá ahora hay clima político diferente”.
Traducido por Cristina Armunia Berges