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Los talibanes no permitirán a las mujeres afganas practicar deporte

Peter Beaumont

9 de septiembre de 2021 12:11 h

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Las mujeres afganas, incluido el equipo femenino de críquet del país, tendrán prohibido practicar deporte bajo el nuevo gobierno talibán, según ha declarado un funcionario del del núcleo duro del grupo islamista.

En una entrevista con la emisora australiana SBS, el subdirector de la comisión cultural de los talibanes, Ahmadullah Wasiq, ha dicho que el deporte femenino no se considera ni apropiado ni necesario.

“No creo que se permita a las mujeres jugar al críquet porque no es necesario que las mujeres jueguen al críquet”, ha dicho Wasiq. “En el críquet, se podrían enfrentar a una situación en la que su cara y su cuerpo no estuviesen cubiertos. El Islam no permite que las mujeres sean vistas así”, ha añadido.

“Es la era de los medios de comunicación, habrá fotos y vídeos, y la gente lo verá. El Islam y el Emirato Islámico [Afganistán] no permiten que las mujeres jueguen al críquet o practiquen ese tipo de deportes en los que se exponen”.

Promesas incumplidas

El nuevo gobierno interino talibán, formado exclusivamente por hombres del grupo extremista, ha comenzado a trabajar formalmente este miércoles, con miembros del núcleo duro establecidos en todos los puestos clave y sin mujeres, a pesar de las promesas anteriores de formar una administración inclusiva.

El Departamento de Estado de Estados Unidos expresó su preocupación por el hecho de que el nuevo gabinete solo incluyera talibanes, ninguna mujer y personalidades con un historial preocupante, aunque añadió que la nueva administración sería juzgada por sus acciones.

El comunicado, cuidadosamente redactado, señala que el gabinete era provisional, pero afirma que los talibanes tendrían que cumplir su promesa de permitir la salida segura del país a los ciudadanos extranjeros y afganos que portasen los documentos de viaje adecuados, así como garantizar que el suelo afgano no se utilizaría como base para atacar a otro Estado.

“El mundo está observando atentamente”, añade el comunicado.

La Unión Europea (UE) también ha condenado al nuevo gobierno por su falta de inclusión, afirmando que no ha cumplido las promesas de los nuevos gobernantes de incluir a los distintos grupos.

“Tras un análisis inicial de los nombres anunciados, no parece la formación inclusiva y representativa en términos de la rica diversidad étnica y religiosa de Afganistán que esperábamos ver y que los talibanes estaban prometiendo en las últimas semanas”, dice un portavoz de la UE.

Alemania, China y Japón también ofrecieron una tibia recepción este miércoles al Gobierno provisional de los talibanes en Afganistán, tras la toma relámpago de Kabul por parte de los militantes islamistas el mes pasado.

El ministro de Asuntos Exteriores alemán, Heiko Maas, añadió que la composición alentaba un escaso optimismo sobre el cambio de los talibanes. “El anuncio de un gobierno de transición sin la participación de otros grupos y la violencia de ayer contra manifestantes y periodistas en Kabul no son señales que den pie al optimismo”, dijo.

No hay moderación

Es probable que la cuestión de los derechos de las mujeres domine la forma en que la comunidad internacional juzgue al régimen. Su postura sobre el deporte femenino y la formación de un gobierno exclusivamente masculino no son buenas señales.

Aunque la declaración política publicada para acompañar el anuncio del nuevo gabinete pretendía disipar los temores de los vecinos de Afganistán y del resto del mundo, las mujeres -a diferencia de las minorías- no se mencionaban ni una sola vez a lo largo de sus tres páginas.

Mientras que los funcionarios de la junta de críquet de Afganistán dicen que no han sido informados oficialmente del destino del críquet femenino, el programa dirigido a las niñas ya ha sido suspendido.

Mujeres deportistas, incluidas las jugadoras de críquet, se han escondido en Afganistán desde que los talibanes llegaron al poder en medio de la precipitada retirada de las fuerzas extranjeras liderada por Estados Unidos el mes pasado. Algunas mujeres han denunciado haber sido amenazadas por combatientes talibanes con ser agredidas si son sorprendidas jugando.

La prohibición de practicar deporte se produce en medio de la creciente evidencia de que la actitud de los talibanes hacia las mujeres apenas se ha moderado desde la última vez que estuvieron en el poder, a pesar de las afirmaciones en sentido contrario.

Mientras los talibanes han pasado de ser una fuerza militante a alcanzar el poder, se enfrentan al rechazo contra su Gobierno, con protestas -muchas de ellas protagonizadas por mujeres- que estallan en ciudades de todo el país.

Este miércoles, una pequeña concentración en la capital, Kabul, fue rápidamente frenada por la seguridad armada de los talibanes. Los medios de comunicación afganos informaron de que una protesta en la ciudad nororiental de Faizabad también fue disuelta. Cientos de personas protestaron este martes, tanto en la capital como en la ciudad de Herat, donde dos personas murieron por disparos.

“Los mismos talibanes de siempre”

Los talibanes, famosos por su régimen brutal y opresivo de 1996 a 2001, habían prometido esta vez un gobierno más inclusivo. Sin embargo, todos los altos cargos fueron entregados a líderes clave del movimiento y de la red Haqqani, la facción más violenta de los talibanes, conocida por sus ataques devastadores.

El mulá Mohammad Hassan Akhund -un alto ministro durante el reinado de los talibanes en la década de 1990- ha sido nombrado primer ministro interino, según informó el principal portavoz del grupo en una conferencia de prensa en Kabul.

El mulá Mohammad Yaqoob, hijo del fundador de los talibanes y difunto líder supremo, el mulá Mohammed Omar, ha sido proclamado ministro de Defensa, mientras que el cargo de ministro del Interior ha sido investido como Sirajuddin Haqqani, líder de la red Haqqani.

El cofundador de los talibanes, Abdul Ghani Baradar, que supervisó la firma del acuerdo de retirada de Estados Unidos en 2020, ha sido elegido como viceprimer ministro.

“Intentaremos llevar a gente de otras partes del país”, dijo el portavoz, Zabihullah Mujahid, añadiendo que se trataba de un gobierno interino.

Hibatullah Akhundzada, el hermético líder supremo de los talibanes, emitió un comunicado en el que afirmaba que el nuevo gobierno “trabajaría duro para defender las normas islámicas y la sharia”.

Los talibanes habían prometido repetidamente en los últimos días que gobernarían con mayor moderación que en su última etapa en el poder.

“Los nuevos talibanes son prácticamente los mismos talibanes de siempre”, tuiteó Bill Roggio, director editorial de la revista estadounidense Long War Journal.

“No es nada inclusivo y eso no es ninguna sorpresa”, dijo Michael Kugelman, experto en el sur de Asia en el Centro Internacional Woodrow Wilson para Académicos.

Traducido por Lara Lema.