Theresa May reúne a todos sus ministros fuera de Londres para el duelo final del Brexit
La primera ministra británica, Theresa May, ha afirmado que su Gobierno, que se reúne hoy en la residencia campestre de Chequers, tiene “una gran oportunidad” y el “deber” de ponerse de acuerdo sobre la futura relación comercial con la UE tras el Brexit.
May ha citado a puerta cerrada a sus ministros en su residencia a las afueras de Londres, en lo que será una reunión maratoniana que se espera se prolongue unas 12 horas, según los medios británicos.
En este encuentro, los ministros, divididos entre proeuropeos y euroescépticos, tendrán que ponerse de acuerdo sobre la relación comercial que debería tener Reino Unido con la UE a fin de ser presentada en las negociaciones con Bruselas.
De este modo, Theresa May trata de frenar una revuelta dentro de sus filas. La cumbre se produce después de que Boris Johnson convocase este jueves una reunión de ministros favorables al Brexit para discutir las opciones en medio de una gran tensión y altas dosis de recriminación.
El Gobierno ha tenido que negar “filtraciones selectivas” que parecían sugerir que Reino Unido podría tener dificultades para llegar a un acuerdo comercial con EEUU en el futuro.
El Número 10 de Downing Street ha insistido en que el papeleo que ha entregado a los ministros antes de la reunión de este viernes sobre el Brexit dice exactamente lo contrario. Mientras tanto, un grupo de siete miembros del Gabitnete –Johnson, Michael Gove, Penny Mordaunt, David Davis, Esther McVey, Liam Fox y Andrea Leadsom– se reunió este jueves en el Ministerio de Exteriores para comentar sus preocupaciones.
Una filtración anterior, apuntó a que Reino Unido debería “mantener un reglamento común” con la UE sobre las normas alimentarias y agrícolas, algo que podría dificultar la consecución de un acuerdo comercial con EEUU, más orientados al libre mercado.
Eso ha desencadenado una serie de quejas de diputados conservadores y llevó a la reunión del jueves por la tarde en el Ministerio de Exteriores organizada por Boris Johnson, ministro de Exteriores.
Fuentes del Gobierno afirman que se han producido filtraciones selectivas del papeleo y la parte más polémica aparece en la página 15 de 50 de uno de los documentos enviados a todos los miembros del Ejecutivo.
Las mismas fuentes sostienen que el papeleo simplemente refleja el hecho de que los consumidores británicos quieren unos altos estándares de calidad alimenticia y que esto podría ser un escollo en las negociaciones comerciales con Estados Unidos.“Esto no permitiría a Reino Unido dar cabida a una probable petición de EEUU en un futuro acuerdo comercial”, se afirma en los documentos.
La frase anterior del mismo documento hace explícito que ajustarse mucho a los estándares de la Unión Europea no descarta la posibilidad de firmar acuerdos de libre comercio con otros países.“El compromiso con el modelo de los estándares únicos (con la UE) no sería una barrera de acceso al Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, por sus siglas en inglés)”, señala.
La cumbre de Chequers ha comenzado poco después de las 10 de la mañana. Está previsto que los miembros del Gobierno firmen un informe oficial que se publicará la semana que viene. En él se esbozará la estrategia del Gobierno después de la salida. Como el Gobierno está alerta por posibles filtraciones, se pedirá a los ministros que entreguen sus móviles y relojes inteligentes.
Los preparativos para la cumbre han estado dominados por las luchas internas de los conservadores en torno al comercio. El equipo de May espera poner fin a un estancamiento aduanero con una nueva propuesta de“régimen aduanero facilitado” en el que el impuesto de Reino Unido tendría sus propios aranceles sobre las mercancías que entran o salen del país y reembolsaría la diferencia si los productos estuvieran destinados a la UE.
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