Uber tendrá que pagar a sus conductores de Nueva York decenas de millones de dólares después de haber reconocido que durante dos años y medio aplicó una comisión más alta de la que debía sobre las tarifas de los conductores.
Según las condiciones estipuladas por la compañía en noviembre de 2014, se tenía que quedar con un determinado porcentaje como comisión, entre el 20% y el 25%, tras la correspondiente deducción de impuestos y una tasa local que sirve para indemnizar a los conductores lesionados.
Sin embargo, la empresa no lo hizo así y calculaba este porcentaje a partir de la tarifa en bruto. Como consecuencia, Uber se quedaba con más dinero del que le correspondía y los conductores, con menos.
El portavoz de Uber ha indicado que la compañía tendrá que pagar unos 900 dólares por conductor y a partir de ahora la comisión se calculará correctamente. Decenas de miles de conductores podrán pedir este reintegro y la compañía tendrá que hacer frente al pago de decenas de millones de dólares.
Un portavoz de Uber ha indicado que la empresa se percató del error hace unas semanas durante una evaluación de una nueva política de precios.
Lo cierto es que esta cuestión ya había generado comentarios un año atrás cuando la Alianza de Taxistas de Nueva York presentó una demanda colectiva contra Uber. Como informó Bloomberg en ese momento, la demanda, presentada ante un tribunal federal de Nueva York en junio de 2016, indicaba que el cálculo que hacía Uber de la deducción de impuestos y de la tasa para la indemnización de conductores lesionados suponía una violación de las condiciones estipuladas en un inicio y suponía “un robo de sueldos”.
Esta es la segunda vez en pocos meses que Uber tiene que reconocer que ha pagado menos dinero del que correspondía a sus conductores en Estados Unidos. En marzo, la compañía pagó dinero a los conductores de UberBlack de Filadelfia, ya que les había cobrado un 5% más de comisión en el último año y medio. En enero Uber llegó a un acuerdo con la Comisión Federal de Comercio, que la acusaba de haber captado a conductores con la falsa promesa de beneficios mayores que los reales y pagó 20 millones de dólares para cerrar el caso.
Una reciente demanda afirma que el sistema de precios de Uber está diseñado para “estafar a los conductores”. Y no es la única.
“Nos comprometemos a pagar a cada conductor cada céntimo que hayan ganado, más los intereses, y con la mayor rapidez posible”, señala Rachel Holt, la directora general para Estados Unidos y Canadá, en un comunicado: “Estamos trabajando duro para recuperar la confianza de nuestros conductores y eso supone ser transparente, cumplir con nuestra palabra y hacer que la experiencia de trabajar con Uber sea mejor desde el inicio hasta el final”.
“Quieren evitar más juicios”
Bhairavi Desai, directora general de la Alianza de Taxistas de Nueva York, ha indicado que si bien celebra los avances de Uber, su organización cree que es ilegal restar los impuestos y las tasas de la tarifa del conductor.
“Uber no solo ha calculado mal la comisión que le correspondía, ya que resta los impuestos y las tasas de la parte que le corresponde al conductor en vez de sumarlas a la tarifa como indica la ley”, ha explicado Desai en un comunicado.
“Ahora quieren reintegrar este dinero a los conductores para evitar tener que ir a juicio o perder conductores”, añade. “Buen intento. Os veremos en el tribunal para recuperar todo el dinero que en realidad debéis a los conductores, indemnizaciones incluidas”.
El Sindicato de Conductores Independientes, afiliado al Sindicato de Maquinistas, pidió a los reguladores de la ciudad de Nueva York que inicien una investigación para estudiar las prácticas de pago de este tipo de compañías.
“Uber ha robado dinero que los conductores habían ganado con mucho esfuerzo y esta es la última de muchas prácticas turbias del sector”, afirma Jim Conigliaro Jr, fundador de este sindicato: “Este es el motivo por el que hemos pedido mayores garantías que pongan fin de una vez por todas a la explotación de los conductores de Nueva York”.
Las críticas a Uber por su trato a los conductores, a los que considera proveedores y no empleados, no son nuevas. La consideración de proveedores evita que Uber tenga que pagar un salario mínimo o tenga que proporcionarles prestaciones como la indemnización por accidente laboral.
En marzo, un vídeo de Travis Kalanick amonestando a un conductor de Uber se hizo viral y el consejero delegado de la compañía tuvo que disculparse y afirmar que pediría consejo para mejorar su gestión. En el vídeo, Kalanick contesta a un conductor de Uber preocupado por su medio de subsistencia: “Algunas personas no se responsabilizan de su mierda. Siempre echan la culpa de todo lo que les pasa a otro”.
El polémico directivo ha tenido que enfrentarse a numerosos escándalos en lo que va de año, incluidas varias denuncias por acoso sexual y discriminación sexista. También libra una costosa batalla de propiedad intelectual con Alphabet. En marzo, el The New York Times publicó un artículo que afirmaba que 500.000 usuarios se han dado de baja para protestar contra las prácticas de la empresa.
Traducido por Emma Reverter