Los tres rehenes que el Ejército israelí mató este viernes a las afueras de ciudad de Gaza, “iban sin camiseta y llevaban una bandera blanca improvisada”, según ha confirmado este sábado un portavoz militar. El Ejército había reconocido en la jornada anterior que sus soldados habían matado a los rehenes por error.
“Los terroristas se mueven vestidos de civil, en zapatillas y jeans, hay muchas emboscadas. Tratan de engañarnos, nos hablan en hebreo (...) Las fuerzas están bajo intensa presión”, ha indicado el portavoz para medios extranjeros del Ejército israelí, Richard Hetch.
El portavoz ha explicado que los rehenes aparecieron en medio de la zona de combate, a pocas decenas de metros de uno de los soldados israelíes. El diario israelí Haaretz añade que el soldado que avistó a los rehenes se encontraba en una de las plantas superiores de un edificio y que identificó a tres figuras que llevaban un palo alargado con una tela blanca atada.
“Por alguna razón, se sintió amenazado y abrió fuego contra ellos. Dos mueren inmediatamente, uno resulta herido y regresa corriendo al edificio. Entonces escucharon un grito. Oyeron cómo pedía ayuda claramente en hebreo. Entonces el comandante del batallón emitió una orden de alto el fuego”, ha relatado Hetch.
El tercer rehén salió un momento del edificio para después volver a refugiarse en su interior. Los soldados israelíes aseguran que consideraron que se trataba de un miembro de Hamás que intentaba así tenderles una trampa, por lo que entraron en el edificio y le mataron.
El portavoz militar ha reconocido que el incidente “viola las normas de combate” del Ejército israelí y que ya está en marcha una investigación “al más alto nivel” sobre ese “trágico accidente”.
Hetch también ha informado de que cerca del lugar del accidente, en el barrio de Shujaiya -uno de los bastiones del grupo islamista Hamás-, a unos cientos de metros, el Ejército israelí había encontrado un edificio con un cartel con las letras SOS en la fachada junto al mensaje “¡Ayuda! Tres rehenes”.
Las fuerzas militares israelíes han asegurado que marcaron el edificio como una posible trampa y que ahora procederán a investigar si es una de las localizaciones donde estuvieron secuestrados los rehenes, si fueron abandonados allí o si habían intentado escapar por su cuenta.
Los rehenes fallecidos ayer son Yotam Jaim, un músico de 28 años, y Alon Lulu Shamriz, un estudiante de informática de 26 años, ambos secuestrados durante el ataque del 7 de octubre en el kibutz de Kfar Aza; además de Samer Fuad al Talalka, un ciudadano beduino israelí de 25 años, natural de Hura, que fue tomado cautivo en el restaurante familiar cerca del kibutz Nir Am en el que trabajaba.
De las más de 240 personas que Hamás secuestró en suelo israelí durante el ataque del 7 de octubre, todavía quedan 129 rehenes, de los que alrededor de una veintena se cree están muertos.
Las autoridades israelíes anunciaron también ayer que habían rescatado los cadáveres de tres rehenes que Hamás capturó vivos, el civil francés-israelí Elia Toledano; y los soldados Nik Beizer y Ron Sherman.
“Junto con toda la nación de Israel, inclino mi cabeza con profundo dolor y lamento la caída de tres de nuestros queridos hijos que fueron secuestrados”, afirmó el primer ministro, Benjamín Netanyahu, en un mensaje de condolencias a las familias.