Trump desafía las expectativas de las encuestas en plena pandemia
Pasó en 2016. Todo apuntaba a una plácida victoria de la candidata demócrata, Hillary Clinton. Pero el aspirante republicano, Donald Trump, se hizo con la presidencia de Estados Unidos de una forma inesperada: era un candidato de fuera del sistema de partidos, peleado con la prensa, heterodoxo y excéntrico. Pero ganó.
Cuatro años después, las empresas de encuestas pronosticaban, de nuevo, una derrota republicana. Decían que en cuatro años se había mejorado la demoscopia, que los sondeos estaban mejor hechos y que Trump, un presidente desbordado por la pandemia a la vez que negacionista del coronavirus, más peleado aún con la prensa, poniendo en duda el recuento electoral en el país que llevaba cuatro años gobernando y en una casi guerra fría con China parecía que estaba viviendo sus últimos días en la Casa Blanca.
Pero el recuento no está confirmando los estudios demoscópicos. Al menos de momento, y puede tardar en conocerse el ganador final por la capacidad de aguante de Trump, por su conexión con el voto conservador y su capacidad para mantener con vida la ola que le llevó a la Casa Blanca en 2016.
Después de toda una noche de escrutinio, el presidente de Estados Unidos y candidato republicano está demostrando su fortaleza por encima de expertos y encuestas en plena pandemia. Trump está conservando los mismos estados que le hicieron presidente hace cuatro años y, de momento, sólo Arizona está cambiando de lado para caer del lado de Biden.
El candidato republicano se ha impuesto claramente en la significativa Florida, por ejemplo, estado que las encuestas daban a Biden, lo que ha generado un tuit crítico por parte de la congresista Alexandria Ocasio Cortez.
La gran batalla, por tanto, se está dando en el Midwest –Michigan, Wisconsin y Pensilvania–, donde los recuentos se están retrasando, pero sigue encabezando Trump, así como en Georgia. Los demócratas confían en que el voto por correo pueda decantar la balanza en favor de Biden en Michigan, Pensilvania o Wisconsin. Pero mientras se recuenta, Trump siembra las dudas sobre los resultados si no le son favorables.
En efecto, el candidato republicano no ha tenido problemas en seguir poniendo en duda el recuento electoral en un tuit puesto en cuarentena por Twitter, en tanto que se trata de acusaciones de delitos sin ninguna prueba.
En una inédita declaración desde la Casa Blanca convertida en espacio electoral de Trump, el candidato republicano se ha mostrado “listo para una celebración”.
“Los resultado han sido fenomenales, y estamos listos para celebrar un éxito, ha sido un récord de participación, y hemos ganado en estados no previstos, como Florida”, ha dicho Trump: “Está claro que hemos ganado Georgia, y también Carolina del Norte, así como Pensilvania por una distancia tremenda, estamos ganando Michigan y Wisconsin, y no necesitamos todos”.
“Es un fraude, una vergüenza, estamos listos para ganar y, francamente, hemos ganado las elecciones. Es un fraude para nuestra nación, hemos ganado las elecciones”, ha afirmado: “Vamos a ganar esto y, por lo que a mí respecta, ya hemos ganado. Vamos a recurrir hasta el Supremo si hace falta”.
El candidato demócrata a las elecciones presidenciales estadounidenses, Joe Biden, por su parte, ha pedido a sus seguidores en una breve declaración que mantengan “la fe” hasta “que el último voto sea contado”. “Vamos a ganar esto”, ha sentenciado.
Biden ha pedido “paciencia” y se ha mostrado confiado en ganar el estado de Arizona, donde se impuso Trump en 2016, y así poder dar la vuelta a las elecciones. Biden también se ha mostrado optimista con el resultado final de importantes estados que están en disputa: Pensilvania, Wisconsin y Michigan. “Tenemos buenas sensaciones de como estamos ahora, creemos que estamos en el camino de la victoria. Puede que se conozca el resultado mañana o más tarde, pero el voto anticipado sin precedentes nos dice que estamos en el buen camino”.
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