Un total de 264 militares ucranianos han sido evacuados este lunes de la acería de Azovstal, en la localidad de Mariúpol, tras un acuerdo alcanzado entre Moscú y Kiev. Ucrania ha dado por concluida la defensa de la enorme planta siderúrgica, que se había convertido en el último bastión de los soldados locales, dado que Rusia ha tomado ya el resto de la ciudad. El presidente, Volodímir Zelenski, ha afirmado que su país necesita “héroes vivos” y ha agradecido la labor del ejército ucraniano, el equipo negociador, la Cruz Roja y las Naciones Unidas: “Esperamos poder salvar la vida de nuestros chicos”.
Una cincuentena de heridos graves fueron evacuados a un centro médico en Novoazovsk para recibir atención, y las más de 200 personas restantes han sido llevadas a Olenivka —ambas localidades situadas en la autoproclamada república separatista de Donetsk y controladas por Moscú— a través del corredor humanitario, según ha explicado el ministerio en un comunicado.
Rusia dice que los soldados ucranianos se han rendido y ahora son prisioneros de guerra. El plan del Gobierno de Kiev pasa por que los militares evacuados sean devueltos al territorio controlado por Ucrania a través de un procedimiento de intercambio de prisioneros de guerra.
El acuerdo para la evacuación de cientos de militares que permanecían en la acería a ciudades controladas por Rusia parece marcar el final de la batalla más larga y sangrienta de la guerra de Ucrania, la de Mariúpol. El complejo metalúrgico era el único enclave de la estratégica ciudad portuaria que aún controlaba el ejército ucraniano. El resto de la ciudad fue tomada por el ejército ruso a finales de abril. El alcalde de la localidad, Vadim Boychenko, cifra en más de 20.000 los civiles muertos desde el inicio de la guerra y el asedio de las tropas rusas a esa ciudad portuaria del sur del país.
Todavía quedan militares dentro de Azovstal, aunque no se sabe el número exacto. La viceprimera ministra para la Reintegración de los Territorios Temporalmente Ocupados de Ucrania, Iryna Vereschuk, señaló la semana pasada que en la acería se encontraban entre 500 y 600 militares heridos. Ahora Ucrania dice que sigue trabajando para “salvar más vidas” en el lugar: “Estamos trabajando en las próximas etapas de la operación humanitaria. Si Dios quiere, todo saldrá bien”, ha dicho Vereschuk.
“Me gustaría enfatizar: Ucrania necesita héroes ucranianos vivos. Este es nuestro principio. Creo que todo el mundo entenderá estas palabras”, ha subrayado Zelenski en un mensaje durante la noche.
El ejército ucraniano da por cumplida su misión en Mariúpol
El Estado Mayor del Ejército de Ucrania ha dicho que los soldados que resistieron a las fuerzas militares rusas en la acería ya “han cumplido su misión”: “El Comando Militar Supremo ordenó a los comandantes de las unidades estacionadas en Azovstal que salvaran la vida del personal”. Estas instrucciones se dieron horas después de producirse la evacuación de los más de 50 militares gravemente heridos de la acería.
La costera ciudad de Mariúpol ha padecido el asedio de las tropas rusas prácticamente desde que comenzaron la invasión del país, el pasado 24 de febrero. La ciudad, a orillas del mar de Azov, fue fuertemente bombardeada y quedó prácticamente destruida con la población que no pudo huir de la zona viviendo en condiciones infrahumanas.
Desde hace semanas, solo varios centenares de soldados ofrecían resistencia a las tropas rusas atrincheradas en las instalaciones del complejo siderúrgico de Azovstal, donde también se refugiaron civiles que fueron evacuados el pasado 7 de mayo.