La portada de mañana
Acceder
16 grandes ciudades no están en el sistema VioGén
El Gobierno estudia excluir a los ultraderechistas de la acusación popular
OPINIÓN | 'Este año tampoco', por Antón Losada

Ucrania obtiene un primer espaldarazo de Francia, Italia y Alemania en su camino hacia un futuro en la UE

Un primer paso, rápido, de un camino que puede ser largo. Volodímir Zelenski ha obtenido este jueves en Kiev lo que buscaba: un primer espaldarazo de tres países fundadores de la Unión Europea para el futuro de Ucrania en el club. Alemania, Italia y Francia apoyarán la semana que viene en el Consejo Europeo que se otorgue a Ucrania el estatus de candidato a miembro de la Unión Europea. “Puedes contar con nosotros. Ucrania puede contar con nosotros”, dijo con énfasis el presidente francés Emmanuel Macron en Kiev en la rueda de prensa posterior al encuentro que él, el primer ministro italiano Mario Draghi, el canciller alemán Olaf Scholz y el presidente rumano Klaus Iohannis han mantenido con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski. “Los cuatro apoyamos el estatus de candidato inmediato a la adhesión. Este estatus irá acompañado de una hoja de ruta y también implicará que se tenga en cuenta la situación en los Balcanes y sus alrededores, en particular Moldavia”, anunció Macron. 

Poco antes había tomado la palabra Draghi adelantando la posición de Italia: “El mensaje más importante de nuestra visita es que Italia quiere a Ucrania en la UE, quiere que tenga el estatus de candidato y apoyará esta posición en el próximo Consejo Europeo. Zelenski sabe que hay un camino que recorrer, no solo un paso”, dijo Draghi. “Ucrania forma parte de la familia europea”, añadió luego Scholz, quien aseguró que haría todo lo necesario para lograr la unanimidad para que la semana que viene haya una decisión positiva sobre la candidatura de Ucrania y también de Moldavia.  

Los tres líderes habían llegado a la capital ucraniana para dar una imagen de unidad, disipar las dudas sobre la voluntad de apoyo a Ucrania y analizar también la situación en el Donbás y de las fuerzas sobre el terreno, sobre todo del lado ucraniano. Estaba todo esto sobre la mesa, en un viaje relámpago que se venía preparando desde hace semanas para hacer cuadrar las agendas y que, a pesar de que la fecha había sido adelantada hace días por la prensa italiana, Francia y Alemania confirmaron a última hora, cuando los tres líderes se encontraban ya en Polonia, desde donde se dirigieron en tren hasta la capital ucraniana. Un viaje que tenía que hacer olvidar también la tardanza de la visita, la primera de los tres desde que empezó la invasión rusa el pasado 24 de febrero, a pocos días de la segunda visita de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von Der Leyen, y en víspera de días claves para las ambiciones de Ucrania de un futuro en la UE. 

En busca de la unanimidad en Bruselas

Este viernes el Ejecutivo comunitario hará pública su evaluación sobre la solicitud de adhesión de Ucrania, y se espera que proponga al Consejo Europeo –los gobiernos– conceder el estatus de candidato al país, algo que discutirán los 27 en la cumbre de la próxima semana en Bruselas. La decisión de los países miembro debe tomarse por unanimidad, y parece que puede haberla para conceder a Ucrania ese estatus de candidato, pero no está tan claro que exista para un procedimiento exprés como piden algunos países del Este y el propio Gobierno de Volodímir Zelenski. 

Las fuentes diplomáticas explican que los 27 “están a favor del proceso porque se comparten valores como la democracia y el Estado de derecho, pero la adhesión es un diálogo largo con la Unión Europea, como está pasando con los Balcanes”. Montenegro, por ejemplo, que sigue a la espera, pidió la adhesión en diciembre de 2008; Albania, en abril de 2009; Serbia, en diciembre de 2009; y Bosnia, en febrero de 2016. “El proceso puede ser largo”, explican las fuentes, “y la idea es trabajar y estrechar lazos, como la integración en el mercado único, en el mercado eléctrico... Estamos mirando escenarios en el tiempo, y será lo que quieran los Estados miembros por unanimidad”.

Fuentes del Gobierno español, por su parte, explican que “España es un país favorable a la ampliación, pero el procedimiento es muy serio. Ser miembro de la Unión Europea ni es un juego ni puede ser un instrumento. Hay un proceso que hay que cumplir, no queremos que se pare, pero sí que se cumplan los procedimientos. Mientras, se puede profundizar en el acuerdo de vecindad, por ejemplo”.

En cambio, Bulgaria, Polonia, Letonia, Lituania, Estonia, Eslovenia, Eslovaquia y República Checa han pedido por carta al resto de los socios comunitarios que se acelere la entrada de Ucrania en la UE como señal de apoyo a Kiev en plena invasión rusa. 

“Estamos más cerca que nunca de este estatus. Ucrania ha hecho todo lo posible para obtener esa candidatura”, dijo Zelenski el martes en el vídeo que publica todas las noches en una especie de parte de guerra diario. El presidente ucraniano recordó lo que horas antes había dicho en un discurso al Parlamento de la República Checa: que la respuesta de la UE a la candidatura “no sería solo una respuesta a Ucrania, sino también una respuesta sobre el futuro de la UE”. Un mensaje que ha reiterado ante Draghi, Macron y Scholz: “El estatus de candidato para Ucrania puede fortalecer la libertad en Europa y convertirse en la decisión más importante de la tercera década del siglo XXI. Entendemos que el camino hacia la UE no es un solo paso, pero este camino debe comenzar”. 

Antes de ser recibidos por el presidente Volodímir Zelenski en el palacio presidencial los tres líderes visitaron Irpin, la ciudad al noroeste de Kiev que se ha convertido en uno de los símbolos de la resistencia y también de la destrucción y del horror causados por la guerra. “Todos hemos visto estas imágenes de una ciudad devastada, que es a la vez una ciudad heroica ya que es aquí, entre otros lugares, donde los ucranianos detuvieron al ejército ruso que descendía sobre Kiev. Así que hay que imaginar el heroísmo del ejército, pero también el de la población ucraniana”, dijo Macron tras haber visto “los primeros rastros de lo que son crímenes de guerra”.

Macron llegaba a Ucrania consciente de lo mal que habían sonado en Kiev sus palabras sobre la necesidad de “no humillar a Rusia”. “Francia ha estado junto a Ucrania desde el primer día”, dijo ante las preguntas de los periodistas para zanjar las polémicas. “Ucrania debe ser capaz de resistir y ganar”, afirmó el presidente francés.   

Tampoco se encontraba en una posición más cómoda el canciller Scholz, que tenía que enfrentarse a la desconfianza del Gobierno ucraniano, que le recrimina falta de determinación en su apoyo a Ucrania aunque en las semanas pasadas había habido un acercamiento con conversaciones telefónicas con Zelenski y la promesa del canciller de enviar más armas a Kiev, entre ellos un sistema puntero de misiles de defensa antiaérea, del tipo Iris-T, y radares ultramodernos. 

“Solo Ucrania puede decidir la paz que quiere”

Draghi fue el que en víspera de la visita, desde Jerusalén, volvió a insistir en la necesidad de “dar un nuevo impulso a las negociaciones” para una paz que, sin embargo, dijo que no se puede imponer. Los temores del entorno de Zelenski ante la visita apuntaban precisamente a que los tres líderes aumentaran la presión para volver a las negociaciones con Moscú.

“Draghi- Macron-Scholz a Kiev, pressing para negociar con Moscú”, titulaba este jueves el diario La Stampa, quien adelantó la noticia de la fecha exacta en la que se produciría el viaje. Pero el primer ministro italiano volvió a repetir lo que ya había comentado en otras ocasiones: “Queremos que cesen las atrocidades. Queremos paz. Pero Ucrania debe defenderse si queremos la paz. Y Ucrania elegirá la paz que quiere. Cualquier solución diplomática no puede separarse de la voluntad de Kiev, de lo que considere aceptable para su pueblo”. Un mensaje de apoyo claro al que se unió Macron: “Las modalidades de la paz serán decididas únicamente por Ucrania y sus representantes”.