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La UE pone cinco condiciones para relacionarse con los talibanes mientras busca abrir una oficina en Kabul para retomar las evacuaciones

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —
3 de septiembre de 2021 16:26 h

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“Hay dos planos”, explica el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, “el práctico y el político. En el terreno de lo práctico, necesitamos hablar con los talibanes para proseguir con las evacuaciones y la ayuda humanitaria. Y para eso es mejor estar en persona que por videoconferencia. No se trata de reconocimiento, sino de ser operativos. Ni la UE ni los 27 van a reabrir sus embajadas como si no hubiera pasado nada. Y luego está el terreno del diálogo político, para el que hemos acordado cinco condiciones”.

Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE se han reunido en Eslovenia para tratar, fundamentalmente, la crisis en Afganistán. Y han llegado al acuerdo de intentar poner en marcha una oficina de coordinación en Kabul pilotada por el Servicio de Acción Exterior de la UE, dependiente de Borrell, para intentar sacar del país a las personas pendientes de evacuación. Además, han discutido cómo relacionarse con el nuevo régimen talibán.

“Para apoyar a la población afgana, tendremos que relacionarnos con el nuevo gobierno en Afganistán”, ha explicado Borrell tras la reunión, “lo que no significa reconocimiento, sino una relación operativa. Y esta relación operativa aumentará dependiendo del comportamiento de este Gobierno. Para medir el comportamiento, necesitamos benchmarks, puntos de referencia que hemos discutido como base para la relación de la Unión Europea con los gobernantes afganos tras la toma de poder de los talibanes”.

La primera condición es “el compromiso de que Afganistán no sirva de base para la exportación de terrorismo a otros países; en segundo lugar, el respeto por los derechos humanos, en particular los derechos de las mujeres, el Estado de derecho y la libertad de los medios de comunicación; el tercer punto, el establecimiento de un Gobierno de transición inclusivo y representativo a través de negociaciones entre las fuerzas políticas en Afganistán; el cuarto, el libre acceso de ayuda humanitaria, respetando nuestros procedimientos y condiciones para su entrega; el último, el cumplimiento del compromiso talibán sobre la salida de extranjeros y afganos en riesgo que deseen salir del país, en línea con lo ya decidido por la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas”.

“Nuestra relación con los talibanes dependerá del cumplimiento de estas condiciones”, ha sentenciado Borrell.

Evacuaciones

Además de cómo relacionarse con el nuevo poder en Kabul, la reunión ha abordado cómo proseguir con las evacuaciones pendientes tras la salida de EEUU de Afganistán y, con ello, la ausencia de seguridad del aeropuerto de Kabul. “Es gente que está en riesgo, gente que trabajaba con nosotros, que apoyaba el proceso de democratización de Afganistán y todavía están allí. Los conocemos y tienen que ser evacuados. Cada uno de los Estados miembros decidirá, de forma voluntaria, sobre las personas en riesgo que están dispuestos a recibir”.

Así, ha dicho Borrell, “para acometer esta evacuación, y para evaluar el cumplimiento de las cinco condiciones, hemos decidido trabajar de manera coordinada y coordinar nuestros contactos con los talibanes mediante la presencia conjunta de la Unión Europea en Kabul, coordinada por el Servicio Europeo de Acción Exterior, si se cumplen las condiciones de seguridad. Si se quiere hacer de forma coordinada la evacuación de las personas que estamos dispuestos a aceptar por cada Estado miembro, necesitamos un contacto directo, una presencia cercana. Y esto se hará de manera coordinada a través de la presencia conjunta de la Unión Europea en Kabul si se cumplen las condiciones de seguridad”.

Si no se cumplen esas condiciones de seguridad, Borrell ha sugerido que la oficina se puede abrir en Doha (Dubai).

Además, para “coordinar la participación de los socios regionales”, ha explicado Borrell, los ministros “consideraron apropiado que la Unión Europea ponga en marcha una plataforma política regional de cooperación con los vecinos de Afganistán para abordar, entre otras cuestiones, la gestión de los flujos de población de Afganistán; la prevención de la propagación del terrorismo; la lucha contra la delincuencia organizada, incluido el tráfico de drogas y el tráfico de seres humanos”.