La escalada de la violencia en Líbano y la amenaza de una “guerra total” en Oriente Medio se ha convertido en la principal preocupación de la comunidad internacional, cuyos llamamientos a un alto el fuego durante la Asamblea General de la ONU la pasada semana no han tenido ningún efecto. Es más, la ofensiva terrestre de Israel es “inminente” y, en ese marco, el alto representante de la UE, Josep Borrell, ha convocado de urgencia una reunión de ministros de Exteriores en la que han planteado la necesidad de reforzar la ayuda humanitaria a Líbano y han advertido de que una intervención militar “agravaría dramáticamente la situación y se debe evitar”.
Borrell ha leído una declaración tras la reunión con los ministros en la que ha advertido de que “tanto la soberanía de Israel como de Líbano” debe ser respetada. La advertencia es clara hacia Tel Aviv en un momento en el que la intervención terrestre está preparada y los ataques aéreos se han ampliado hasta el centro de Beirut. “Insto a que se respete el derecho internacional humanitario en todas las circunstancias. Las armas deben silenciarse ahora y la voz de la diplomacia debe hablar y ser oída por todos”, ha dicho el jefe de la diplomacia europea, que ha reiterado el llamamiento a un alto el fuego inmediato entre Hizbulá e Israel.
“Estamos muy preocupados por el riesgo de una nueva escalada del conflicto en toda la región, y todas las partes de la región deben mostrar moderación en aras de la desescalada”, ha agregado el alto representante, que ha reiterado que la UE mantendrá la ayuda a las fuerzas armadas libanesas para que se respete la soberanía de ese país en el que cientos de personas han muerto en los últimos días como consecuencia de los bombardeos de Israel y decenas de miles se han visto obligadas a huir ante el incremento de la violencia. En esos ataques, Israel ha matado al líder de Hizbulá y buena parte de su cúpula. No obstante, los bombardeos han proseguido en las últimas horas. Ese asesinato, de hecho, ha dejado a la región al borde del abismo y tiene implicaciones para Irán y EEUU.
Entre las cuestiones que han abordado los responsables de Exteriores de la UE estaba el “apoyo adicional” a Líbano ante el ataque a su territorio. “La coordinación consular entre los estados miembros de la UE y con otros países asociados se está ejerciendo en tiempo real para garantizar nuestra preparación ante cualquier situación de emergencia. Más que nunca, las Fuerzas Armadas Libanesas están llamadas a desempeñar un papel crítico como garantes de la estabilidad tanto nacional como regional. El Estado requiere la capacidad de tener el monopolio en el uso de la violencia, y esto está muy lejos de lo que está ocurriendo en el Líbano”, ha apuntado Borrell.
Además de la preparación para la situación de emergencia y del apoyo a la misión de paz de la ONU en Líbano (UNIFIL), Borrell ha reiterado el apoyo militar y humanitario de la UE a ese país, que se incrementó en 1.000 millones de euros recientemente (500 de ellos fueron desembolsados en agosto), a los que se han sumado otros diez millones por la emergencia y 50 millones de euros a través del Fondo Europeo para la Paz. “En vista de las actuales circunstancias, se está considerando un apoyo adicional de la UE”, ha añadido Borrell.
La respuesta de la UE ante la matanza en Gaza ha sido tibia por las diferencias dentro del club comunitario y los equilibrismos de muchos países hacia Israel. España e Irlanda apuntaron a la revisión del acuerdo comercial por la vulneración de los derechos humanos en Palestina, pero el asunto está en punto muerto. El mayor paso que dieron los 27 fue sancionar a los colonos extremistas de Cisjordania, una vez que ya lo había hecho Washington. El último intento de Borrell fue incluir en el régimen de sanciones a los ministros israelíes que, a su juicio, habían alentado los crímenes de guerra, pero se topó con el rechazo de la mayoría de socios europeos.