La Unión Europea se suma a Estados Unidos y pide también investigar los orígenes de la COVID-19. “Tenemos que saber de dónde ha venido”, ha afirmado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, este jueves en una rueda de prensa previa al inicio de la cumbre del G7. El próximo 15, en la cumbre entre la UE y Estados Unidos, una declaración recogerá estas inquietudes de europeos y estadounidenses, en la línea de pedir “avances en un estudio transparente, basado en pruebas y dirigido por expertos de la OMS sobre los orígenes de la COVID-19, y sin interferencias”, de acuerdo con un borrador adelantado por Bloomberg.
“Somos muy claros”, ha dicho el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel: “Pensamos que necesitamos total transparencia para aprender las lecciones, y por eso apoyamos todos los esfuerzos para alcanzar la claridad. El mundo tiene derecho a saber exactamente qué sucedió para poder aprender las lecciones. Y, de hecho, apoyaremos todos los esfuerzos para conocer la verdad”.
La presidenta Von der Leyen, por su parte, ha afirmado: “Es de suma importancia que conozcamos el origen del coronavirus. Tenemos que saber de dónde vino para sacar las lecciones correctas y desarrollar las herramientas adecuadas para asegurarnos de que esto nunca vuelva a suceder. Y, por lo tanto, los investigadores necesitan acceso completo a todo lo que sea necesario para encontrar realmente la fuente de esta pandemia. Y, dependiendo de eso, tenemos que sacar conclusiones. Hay una amplia gama de diferentes opciones que se están investigando en este momento. Por lo tanto, es importante que definamos el comienzo de la pandemia y para eso los equipos de investigación realmente necesitan acceso a la información y a los sitios”.
Estados Unidos es uno de los principales países que lleva tiempo pidiendo a China mayor transparencia con sus datos, ante las dudas de algunos medios sobre si el origen del brote fue causado por algún accidente. Una nueva investigación sobre el asunto puede alimentar las tensiones con China, que ha rechazado las acusaciones y, también, las peticiones internacionales para investigar más a fondo los orígenes del virus.
Ya un informe de la Organización Mundial de la Salud a principios de este año sostenía que que el origen más probable del virus era natural, si bien también pedía más estudios.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, ha desestimado la medida de Biden como un intento de participar en “estigmatización, manipulación política y cambio de culpas”.
En otra parte de la declaración adelantada por Bloomberg, y que puede sufrir cambios en tanto que requiere unanimidad de los 27 y EEUU, las dos partes se “comprometerán a continuar apoyando COVAX para impulsar las vacunas en los países en desarrollo, y animarán más donaciones para que 2.000 millones de dosis de vacunas estén disponibles en todo el mundo para fines de 2021”.
Financiar y distribuir vacunas a los países en desarrollo también es un asunto que estará en la mesa de la cumbre del G7 de este fin de semana en Cornwall.
La UE y EEUU también se comprometerán a trabajar juntos sobre: Violaciones de derechos humanos en Xinjiang y Tíbet; la erosión de los procesos democráticos en Hong Kong; la crisis económica; las campañas de desinformación; los problemas de seguridad regional; y la situación en el Mar de China Oriental y el Mar de China Meridional.