El primer ciudadano español en salir de Gaza, Raúl Icertis, anestesista de Médicos Sin Fronteras, ha grabado un vídeo en el que cuenta lo vivido y presenciado durante las tres semanas de guerra atrapado en el interior de la franja, donde trabajaba en los proyectos habituales de la ONG.
“Os decimos que estamos bien, estamos descansando en un lugar seguro y que pronto volaremos a nuestras casas. Pero así como nuestros cuerpos están aquí y pronto estarán en casa, nuestros corazones, nuestras mentes y nuestra alma se han quedado con nuestros compañeros y compañeras, con los palestinos, en esa jaula inhumana en la que se ha convertido la Franja de Gaza”, ha dicho.
“Este castigo colectivo, cruel y desmedido, debe terminar ya. Esta pérdida de vidas humanas, esta pérdida de vidas de niños tiene que terminar ya”. Incertis salió de Gaza este miércoles, durante la primera evacuación de heridos y ciudadanos con pasaportes extranjeros. Abandonó la franja junto a otros 21 trabajadores internacionales de Médicos Sin Fronteras.
Según ha detallado el médico, aunque sus condiciones en este tiempo no han sido “óptimas” han sido “suficientes gracias a la ayuda de nuestros propios compañeros”, que han hecho lo imposible por hacerles “sentir a salvo” y “suficientemente bien cuidados”.
En cambio, detalla, “los palestinos están insuficientemente alimentados, están pasando sed y están pasando enfermedades infecciosas por culpa de las condiciones higiénicas”. Icertis recuerda que el equipo de MSF estuvo en un campo de desplazados junto con otros 35.000 desplazados del norte en el que muchos les contaban el horror sufrido en la zona que Israel ordenó desalojar.
El anestesista destaca “relatos de padres que habían perdido a sus hijos, de hijos que habían perdido a sus padres, de pérdidas de hermanos, de pérdidas de abuelos y de pérdidas de vidas humanas, en definitiva”. En una visita a un refugio de la ONU que debía de ser seguro pero no lo era por los bombardeos israelíes, cuenta, fueron “testigos de cómo miles de personas se abalanzaban sobre camiones de ayuda humanitaria, de la poca que queda, (una ayuda) que intentaba salir de ese recinto para llegar a otros lugares de Gaza”.
Allí, cuenta, “los palestinos se abalanzaban sobre estos camiones desesperados por conseguir un saco de harina”. Su testimonio incide en señalar a los compañeros de MSF locales que dejan atrás: “Tenemos compañeros que han perdido a sus seres más queridos. Nuestro compañero Mohamed perdió a su hijo de tres años. Lo tuvo que recoger de los escombros el otro día. Tarek perdió en un único bombardeo a 23 miembros de su familia hace ocho días. Ibrahim ayer perdió a su hermano” “El último llamamiento es, por favor, que dejen a los palestinos salir de Gaza, de ese cuello de botella horrible, de esa ratonera en la que los han metido y en la que están muriendo”, dice el español, que recuerda que hay otro equipo de MSF preparado para entrar en Gaza.
“Parte de nuestros equipos ha tenido que ser evacuados, pero hay más trabajadores internacionales de Médicos Sin Fronteras (cirujanos, médicos, etc.) y equipamiento médico a la espera de poder entrar dentro de la Franja cuando sea posible”.
Por Gabriela Sánchez.
El Ejército israelí confirma haber atacado una ambulancia y asegura que estaba siendo utilizada por “una célula terrorista de Hamás”, en una “zona de combate”, en referencia al reciente ataque contra el hospital Shifa en ciudad de Gaza. “Un número de terroristas de Hamás murieron en el ataque”, ha indicado un portavoz militar en un comunicado.
El Ejército ha señalado que van a publican más detalles sobre el ataque y que han compartido “información de inteligencia” con otras agencias con las que cooperan: “Tenemos información que prueba los métodos de Hamás para transferir operativos terroristas y armas en ambulancias. La zona del ataque es un área de batalla y los civiles deben evacuarse hacia el sur por su propia seguridad”.
Las cifras que ha dado el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por el grupo islamista Hamás, es de 13 personas muertas y 26 heridas en el ataque contra las ambulancias que transportaban heridos que salían del hospital Shifa, donde miles de personas estaban refugiadas.
La Media Luna Roja ha informado de que los vehículos formaban parte de una misión para transportar heridos a la frontera de Rafah en el marco de las evacuaciones a Egipto que comenzaron el miércoles y ha explicado que sus trabajadores han salido ilesos: “Nuestros compañeros se salvaron de milagro”. La organización ha detallado que sobre las 16:30, hora local, “las fuerzas de ocupación israelíes lanzaron un ataque aéreo en la calle Al Rashid, en la parte occidental de Gaza”.
Un nuevo ataque cerca del Hospital Indonesio en el Norte de Gaza causa numerosos muertos y heridos en la zona, según recoge AlJazeera. La cadena catarí ha podido recopilar imágenes del momento del ataque en las que se pueden ver a varias personas rebuscando frenéticamente entre los escombros.
Atef al-Kahlout, director del hospital, ha dicho en declaraciones a AlJazeera que la instalación ha recibido al menos cincuenta muertos y heridos de este ataque. El director ha señalado la enorme escasez que sufre el centro y ha pedido a la comunidad internacional que proporcione protección al convoy médico que partirá mañana hacia el cruce de Rafah.
El primer ciudadano español en salir de Gaza, Raúl Icertis, anestesista de Médicos Sin Fronteras, ha grabado un vídeo en el que cuenta lo vivido y presenciado durante las tres semanas de guerra atrapado en el interior de la franja, donde trabajaba en los proyectos habituales de la ONG.
“Os decimos que estamos bien, estamos descansando en un lugar seguro y que pronto volaremos a nuestras casas. Pero así como nuestros cuerpos están aquí y pronto estarán en casa, nuestros corazones, nuestras mentes y nuestra alma se han quedado con nuestros compañeros y compañeras, con los palestinos, en esa jaula inhumana en la que se ha convertido la Franja de Gaza”, ha dicho.
“Este castigo colectivo, cruel y desmedido, debe terminar ya. Esta pérdida de vidas humanas, esta pérdida de vidas de niños tiene que terminar ya”. Incertis salió de Gaza este miércoles, durante la primera evacuación de heridos y ciudadanos con pasaportes extranjeros. Abandonó la franja junto a otros 21 trabajadores internacionales de Médicos Sin Fronteras.
Según ha detallado el médico, aunque sus condiciones en este tiempo no han sido “óptimas” han sido “suficientes gracias a la ayuda de nuestros propios compañeros”, que han hecho lo imposible por hacerles “sentir a salvo” y “suficientemente bien cuidados”.
En cambio, detalla, “los palestinos están insuficientemente alimentados, están pasando sed y están pasando enfermedades infecciosas por culpa de las condiciones higiénicas”. Icertis recuerda que el equipo de MSF estuvo en un campo de desplazados junto con otros 35.000 desplazados del norte en el que muchos les contaban el horror sufrido en la zona que Israel ordenó desalojar.
El anestesista destaca “relatos de padres que habían perdido a sus hijos, de hijos que habían perdido a sus padres, de pérdidas de hermanos, de pérdidas de abuelos y de pérdidas de vidas humanas, en definitiva”. En una visita a un refugio de la ONU que debía de ser seguro pero no lo era por los bombardeos israelíes, cuenta, fueron “testigos de cómo miles de personas se abalanzaban sobre camiones de ayuda humanitaria, de la poca que queda, (una ayuda) que intentaba salir de ese recinto para llegar a otros lugares de Gaza”.
Allí, cuenta, “los palestinos se abalanzaban sobre estos camiones desesperados por conseguir un saco de harina”. Su testimonio incide en señalar a los compañeros de MSF locales que dejan atrás: “Tenemos compañeros que han perdido a sus seres más queridos. Nuestro compañero Mohamed perdió a su hijo de tres años. Lo tuvo que recoger de los escombros el otro día. Tarek perdió en un único bombardeo a 23 miembros de su familia hace ocho días. Ibrahim ayer perdió a su hermano” “El último llamamiento es, por favor, que dejen a los palestinos salir de Gaza, de ese cuello de botella horrible, de esa ratonera en la que los han metido y en la que están muriendo”, dice el español, que recuerda que hay otro equipo de MSF preparado para entrar en Gaza.
“Parte de nuestros equipos ha tenido que ser evacuados, pero hay más trabajadores internacionales de Médicos Sin Fronteras (cirujanos, médicos, etc.) y equipamiento médico a la espera de poder entrar dentro de la Franja cuando sea posible”.
Por Gabriela Sánchez.
Israel ha atacado este viernes a un convoy de ambulancias palestinas junto al hospital Al-Shifa en Gaza y ha causado numerosos muertos y heridos. La Media Luna Roja ha informado de que el convoy regresaba de una misión para transportar heridos a la frontera de Rafah para recibir tratamiento médico en Egipto.
La organización ha denunciado el ataque a través de su cuenta de X (antes Twitter), señalando que sus trabajadores han salido ilesos: “Nuestros compañeros se salvaron de milagro”.
Por su parte, el ejército de Israel dice estar investigando el informe del Ministerio gazatí que denuncia la agresión.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha instado a Israel a hacer todo lo que esté en su mano para proteger a los civiles atrapados en los combates de Gaza y garantizar que reciben ayuda humanitaria.
Blinken también subrayó el derecho del país a defenderse. Israel, por su parte, advirtió de que estaba en alerta máxima ante posibles ataques en su frontera con Líbano, mientras crecía el temor a que el conflicto pudiera extenderse, informó AP.
Como ya han hecho en otras ocasiones funcionarios estadounidenses, Blinken prometió un apoyo inquebrantable a Israel y a su derecho a defenderse durante su visita al país, pero también subrayó la importancia de proteger a los civiles en medio de la creciente alarma por la crisis humanitaria en Gaza.
“Defendemos firmemente la idea de que Israel no sólo tiene el derecho, sino la obligación de defenderse, y de asegurarse de que el 7 de octubre no vuelva a repetirse”, declaró Blinken.
“Cómo lo haga Israel importa, y es muy importante que cuando se trate de proteger a los civiles atrapados en el fuego cruzado de Hamás, se haga todo lo posible para protegerlos y llevar ayuda a quienes tan desesperadamente la necesitan”.
Este es el tercer viaje de Blinken a Israel desde que comenzó la guerra, y también tiene previsto visitar Ammán (Jordania). Se produce después de que el presidente de EEUU, Joe Biden, sugiriera una “pausa” humanitaria en los combates.
The Guardian
En un discurso esperado, Hassan Nasrallah no llegó a anunciar que Hizbolá se ha unido plenamente a la guerra de Israel en Gaza, pero añadió que los combates en la frontera entre Líbano e Israel “no se limitarán” a la escala vista hasta ahora. Nasralá afirmó que las operaciones de Hizbolá habían aumentado “día tras día”, aun cuando el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, advirtió de que no pusiera a prueba a Israel o “lo pagaría caro”.
Dejó claro que la intención de Hizbulá era inmovilizar a las tropas israelíes, que de otro modo podrían desplegarse en Gaza, y advirtió de que una nueva escalada en el norte era una “posibilidad realista”. También sugirió que su milicia no había participado en los atentados del 7 de octubre, y dijo a sus partidarios, que ondeaban banderas, que “esta gran operación a gran escala ha sido un acto de guerra: fue puramente el resultado de la planificación y ejecución palestinas”.
El discurso de Nasralá había sido muy esperado en toda la región como una señal de si el conflicto Israel-Hamás se convertiría en una guerra regional, tras los intercambios diarios a través de la frontera norte de Israel entre Israel y Hizbolá y otras facciones del sur de Líbano.
Desde el comienzo de la guerra, Hizbolá, aliado de Hamás, había tomado medidas para mantener ocupados a los militares israelíes en su frontera con Líbano, pero no hasta el punto de desencadenar una guerra total.
Israel considera al grupo chiíta libanés respaldado por Irán su amenaza inmediata más grave, y calcula que Hizbolá tiene unos 150.000 cohetes y misiles dirigidos contra Israel, así como aviones no tripulados y misiles tierra-aire y tierra-mar.
Pero un conflicto total también sería costoso para Hizbolá, que en 2006 libró una guerra de 34 días contra Israel que terminó en empate, pero no antes de que los bombardeos israelíes redujeran a escombros franjas del sur del Líbano, el valle oriental de la Bekaa y los suburbios del sur de Beirut.
Una nueva guerra total desplazaría también a cientos de miles de seguidores de Hezbolá y causaría amplios daños en un momento en que Líbano se encuentra sumido en un histórico colapso económico de cuatro años.
Peter Beaumont (The Guardian)
Humza Yousaf, el líder del partido nacionalista escocés y primer ministro de Escocia, confirmó este viernes que sus suegros han salido de Gaza por el paso de Rafah. Yousaf ha compartido en las últimas semanas el relato de las penurias de los padres de Nadia El-Nakla, su esposa y concejala de origen palestino. Su padre y su madre, jubilados y residentes en Escocia, estaban de visita en casa de familiares cuando estalló la crisis.
Yousaf, el primer líder de Escocia musulmán, se ha convertido en un símbolo también por la solidaridad mostrada con la comunidad judía y las víctimas de los ataques de Hamás.
En un comunicado, Yousaf y su esposa agradecen el apoyo transversal para su familia y se dicen “aliviados” aunque “con el corazón roto” por el sufrimiento de civiles y dicen que seguirán “rezando” por las familias de las víctimas en Israel y Gaza. Piden un alto el fuego y una solución de paz que reconozca “que los derechos y las vidas de los israelíes y palestinos valen igual”.
El Ministerio de Sanidad de la Franja de Gaza ha elevado este viernes el número de palestinos muertos en la Franja desde el comienzo de la guerra a 9.227 y el de heridos a 23.516. Según un comunicado del Ministerio, entre las víctimas mortales hay 3.826 niños y 2.405 mujeres.
De acuerdo con la fuente, en las últimas horas han muerto 196 personas en ataques israelíes. Asimismo, ha informado de que hay 2.100 personas desaparecidas, entre ellas 1.200 niños que podrían estar bajo los escombros.
Por otra parte, el Ministerio de Salud israelí ha dicho que 319 personas que resultaron heridas en los enfrentamientos y están actualmente hospitalizadas, 55 de ellas en estado grave y 137 en rehabilitación.
La ONU ha anunciado este viernes que requerirá 1.200 millones de dólares para acudir en ayuda de toda la población de la Franja de Gaza, unos 2,2 millones de personas asediadas por los bombardeos de Israel, y de 500.000 residentes en Cisjordania, el otro territorio palestino ocupado donde la situación económica y social se ha agravado.
Esa cifra cuadruplica la petición de fondos inicial que Naciones Unidas realizó pocos días después del inicio de la guerra entre Israel y Hamás, en vista de que la situación es mucho más grave de lo que entonces se anticipaba.
Israel ha decidido devolver a Gaza a los gazatíes que trabajaban en el país y la Cisjordania ocupada y se habían quedado allí bloqueados desde el inicio del conflicto actual, el pasado 7 de octubre. Así lo ha documentado la agencia Reuters, que ha publicado que este viernes las autoridades israelíes comenzaron a enviar de vuelta a los trabajadores transfronterizos.
La devolución se ha producido un día después de que la oficina del Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, asegurara que “Israel está cortando todo contacto con Gaza” y, como consecuencia, “no habrá más trabajadores palestinos de Gaza”. “Los trabajadores que estaban en Israel el día del estallido de la guerra serán devueltos a Gaza”, anunció a través de X, antes Twitter.
Miles de gazatíes contaban con permiso para trabajar en Israel. Aunque solían ir y venir, el estallido de la ofensiva hace ya casi un mes hizo que tuvieran que quedarse. Según algunas ONG presentes en Cisjordania, muchos buscaron refugio allí, pero el día que comenzó la guerra recibieron un mensaje en el que se les aseguraba que sus permisos de trabajo habían sido cancelados.
Según Médicos sin Fronteras, que atendía a unos 400 en Yenín, se encontraban “en una especie de limbo” porque no son de Cisjordania; su situación “pasó a ser irregular y muchos comenzaron a ser detenidos por la policía”. Según Reuters, algunos de estos trabajadores fronterizos han regresado a través del cruce de Kerem Shalom, al este del cruce fronterizo de Rafah.
La agencia ha podido hablar con varios de los trabajadores que han cruzado, algunos de los cuales apuntan a que “han sido detenidos y maltratados” por las autoridades israelíes.