Los estudiantes de la Universidad Sapienza di Roma han vuelto a levantar sus tiendas de campaña para protestar por el precio de los alquileres y, en general, por los costes a los que tienen que hacer frente para cursar una carrera universitaria.
Los primeros en pasar la noche en tiendas de campaña han sido los de esa universidad en la capital, pero muchos otros lo harán durante toda la semana en hasta 25 localidades de Italia, tal y como ha anunciado la Unión de los Universitarios (Udu), la asociación de estudiantes más grande del país.
Esa unión sindical ha afirmado en un comunicado que “suspende al Gobierno” de Giorgia Meloni, que la pasada primavera prometió aportar soluciones a la falta de alojamientos asequibles para los estudiantes, ya sean viviendas o residencias universitarias. Varios meses después, la Udu ha lamentado la “ausencia de una estrategia para los alojamientos universitarios, alquileres, becas de estudio” y otras, y exige una mayor partida presupuestaria para las necesidades de los estudiantes, incluidas la relacionadas con su salud mental.
Con el arranque del nuevo curso académico, los universitarios se han vuelto a movilizar porque, aseguran, se han encontrado con “una situación peor” respecto al año anterior. “En abril plantamos las tiendas en 20 ciudades, pero no ha servido para nada”, afirman. “Los alquileres han aumentado, los libros cuestan más. ¿Qué ha hecho el Gobierno mientras tanto?”, se preguntan desde la Udu y añaden: “Nos sentimos engañados”.
La semana de protestas y actos reivindicativos arrancó el lunes frente a la Universidad Sapienza, donde empezaron a acampar los estudiantes, así como en Milán y Turín (norte), Bolonia y Perugia (centro), y Lecce (sur). Otra veintena de ciudades se han sumado y se sumarán a lo largo de la semana y mañana, día 28, tendrá lugar una asamblea pública para abordar las principales exigencias de este colectivo, que promete dar guerra al Gobierno de extrema derecha italiano.
“Pedimos a la presidenta Meloni y a la ministra (de Universidad e Investigación, Anna Maria) Bernini que busquen urgentemente 1.000 millones de euros para invertir en residencias públicas, alquileres, becas de estudio y (gastos de) salud mental y libros”, ha declarado a la agencia de noticias italiana ANSA una representante de la Udu, Camilla Piredda. Además, los estudiantes lamentan que el Ejecutivo esté destinando recursos a residencias privadas, que cuestan “hasta 1.000 euros al mes”, tal y como denuncian, señalando que está apostando por el sector privado antes que aumentar la inversión en los recursos públicos, desde residencias hasta bonos para el alquiler.