Reino Unido, el primer país occidental en aprobar una vacuna contra el coronavirus
Reino Unido se ha convertido en el primer país occidental en aprobar y empezar a utilizar una vacuna contra el coronavirus para inmunizar a su población. El regulador británico es el primero, antes incluso que el de Estados Unidos, en dar luz verde a la vacuna de la estadounidense Pfizer y la empresa alemana BioNTech, que se administrará desde la semana próxima.
En un comunicado, el Gobierno de Boris Johnson anunció este miércoles la autorización para el uso de emergencia de la vacuna y dijo que la sanidad pública (NHS, en sus siglas en inglés) tiene “décadas de experiencia en programas de vacunación” y será la encargada de ayudar a las personas elegibles para la vacunación. Los primeros en recibir la vacuna serán los mayores que vivan en residencias de ancianos y los sanitarios, según anunció el profesor Wei Shen Lim, que preside el comité especial para la vacunación. A partir de ahí, el factor clave de la prioridad será la edad, por grupos para las personas que tengan más de 50 años.
Ya hay 50 hospitales preparados para administrar la vacuna y también se están montando centros especiales con la ayuda del ejército en varios puntos del país. La semana próxima, 800.000 dosis estarán disponibles, según el ministro de Sanidad, Matt Hancock. A partir del lunes, el personal sanitario y de residencias de ancianos serán convocados para que se vacunen de manera voluntaria además de las personas mayores que ya tenían algún tipo de cita médica.
Reino Unido ha pedido 10 millones de dosis disponibles este mes para inmunizar a cinco millones de personas (la vacuna requiere dos dosis), pero Hancock dijo en una entrevista en la radio BBC 4 que la cifra exacta depende de la capacidad de fabricación de la farmacéutica, que se hace en Bélgica, y la certificación de las dosis (cada lote se examina y se autoriza antes de utilizarla). “El grueso de la vacunación será el año que viene”, dijo. “Ahora podemos decir con confianza que desde la primavera, desde Pascua en adelante, las cosas irán mejor. El año que viene vamos a tener un verano que todo el mundo podrá disfrutar”.
A la vez, el ministro recordó que quedan meses hasta que haya una parte sustancial de la población protegida del virus: “Podemos ver el amanecer en la distancia, pero tenemos que llegar hasta la mañana”. Por eso, pese ese al hito, el Gobierno aprovechó el anuncio de la vacunación para pedir a la población que siga respetando las restricciones. Justo este miércoles termina el confinamiento en Inglaterra, pero continúan las restricciones locales.
“Inevitablemente, tardaremos meses hasta que todos los más vulnerables está protegidos -meses largos y fríos- así que es esencial que mientras celebramos ese logro científico, no nos dejemos llevar por un exceso de optimismo, y no caigamos en la creencia inocente de que la lucha ha acabado”, dijo el primer ministro, Boris Johnson, en rueda de prensa.
Jonathan Van-Tam, el jefe médico adjunto de Inglaterra, recordó que este miércoles es una día emocionante para la ciencia, y destacó cómo llegar hasta aquí ha sido “un esfuerzo global”. Recordó que los descubridores de la vacuna son dos alemanes de origen turco que han trabajado con científicos de Estados Unidos y que a eso se une ahora el esfuerzo de los británicos por desplegarla.
Interrogado sobre cómo Reino Unido había conseguido ser el primero y si se debía al Brexit, Johnson dijo que se trata de un logro “global” de la ciencia y agradeció el trabajo del equipo encargado de la compra y supervisión de las vacunas.
Los datos de la vacuna
La vacuna de Pfizer, según un ensayo clínico con 43.000 personas, tiene una eficacia por encima del 90% (es decir, protege a más de nueve de cada diez personas). Puede que este porcentaje se ajuste a la baja según aumente el número de personas vacunadas, pero el margen es grande ya que el umbral exigido para la aprobación de una vacuna contra el coronavirus por el regulador de EEUU -el que marca la pauta- es del 50%.
El regulador de Reino Unido (MHRA, en sus siglas en inglés), que es un órgano independiente del Gobierno, subrayó este miércoles que la decisión se ha tomado después de un examen riguroso que ha concluido que el beneficio merece la autorización de emergencia aunque no esté concluida la fase final del ensayo (que se espera termine en verano).
“Los datos indican una alta eficacia en todos los grupos de edad (a partir de 16 años), incluyendo buenos resultados en los adultos más mayores”, dice la comisión que ha revisado la solicitud de Pfizer. También dio algún dato más sobre el tiempo que tarda la vacuna en ser eficaz: siete días después de la segunda dosis, aunque 12 días después de la primera ya se detecta protección. Van-Tam, el jefe médico adjunto del Gobierno, dijo que habrá que esperar para saber si esta vacuna previene que las personas inmunizadas contagien, pero que los datos disponibles hasta ahora son “esperanzadores” también en este sentido.
Se espera que el regulador de medicamentos de Estados Unidos (FDA) apruebe la vacuna en su reunión del día 10 de diciembre y la de Moderna una semana después. Ningún otro país occidental ha llegado de momento tan lejos.
En la Unión Europea, la Agencia Europea del Medicamento publicará una opinión sobre la vacuna de Pfizer y BioNTech el 29 de diciembre. Su distribución, que depende de la aprobación del regulador con sede en Amsterdam y, posteriormente, del visto bueno final de la Comisión Europea previsto “unos días después”, arrancará a principios de 2021. Hasta el 31 de diciembre, cuando se consuma el Brexit, Reino Unido también depende de la agencia europea, pero el Gobierno británico cambió una ley para que su agencia nacional pudiera aprobar una vacuna en caso de emergencia sin esperar al regulador de la UE.
El regulador ruso aprobó una vacuna en verano, aunque fuera de los cauces tradicionales de ensayos y revisión a los que se han sometido las vacunas que han pedido autorización en Europa y EEUU. El Gobierno chino está haciendo ensayos masivos con su ejército, pero tampoco ha seguido los cauces habituales.
No es un yogurt
El despliegue de la vacuna de Pfizer es más complejo que el de otras vacunas avanzadas porque requiere conservación a temperaturas por debajo de los 70 grados bajo cero, una temperatura a la que no llegan los congeladores domésticos. Para evitar las complicaciones de trasladar la vacuna de un lugar a otro, Reino Unido apuesta de momento por dejarla en hospitales, donde el proceso de conservación y distribución es más fácil. Una vez descongeladas, las dosis pueden ser utilizadas durante cinco días conservadas entre dos y ocho grados, es decir la temperatura de un frigorífico normal. Pero su manejo es complejo. “No es un yogurt que se pueda sacar de la nevera y volver a meter varias veces”, dijo Van-Tam.
Reino Unido cuenta también con poder vacunar a gran parte de la población en centros de salud y farmacias con la vacuna de AstraZeneca y la Universidad de Oxford, que sólo requiere el frío normal de un frigorífico, y con la de Moderna, a la que le vale el frío de un congelador doméstico.
El Gobierno de Johnson tiene más de 100 millones de dosis apalabradas con AstraZeneca, pero el regulador de medicamentos todavía está revisando los datos de esta candidata, en particular en cuanto al nivel de eficacia, y la farmacéutica no ha pedido formalmente la aprobación para uso de emergencia todavía. Sí la ha pedido Moderna, que sin embargo tiene menos capacidad de producción inicial: Reino Unido ha reservado siete millones de dosis, pero no las recibirá hasta marzo.
Estas vacunas requieren de dos dosis, administradas con unas semanas de separación, por lo que el proceso de inmunización durará meses. Se estima que para que haya inmunidad de grupo, es decir que haya un número suficiente de personas inmunizadas para que el virus casi no circule, las personas vacunadas deben rondar el 70%.
El escenario más optimista es que todas las personas más vulnerables estén vacunadas en abril.
Recuperar nuestras vidas
En una comparecencia en el Parlamento este miércoles, Johnson explicó la buena noticia, pero pidió prudencia y respeto a las restricciones mientras se despliega poco a poco el programa de vacunación. “La protección de las vacunas será al final lo que nos permita recuperar nuestras vidas y hacer que la economía se mueva de nuevo”, dijo.
El Gobierno insiste en que para acabar con la pandemia la población tiene que ponerse la vacuna. Por ello, también está preparando una campaña de publicidad a favor de la vacunación con médicos populares y personas célebres en redes entre los jóvenes.
Según una encuesta de Ipsos en Reino Unido, sólo el 37% tiene claro “de manera definitiva” que se va a vacunar en cuanto pueda. El 50% de los reticentes dice que su motivo para no querer acceder ya a la vacuna es no quitársela a otras personas más vulnerables, por lo que la disponibilidad de dosis debería ayudar a que más personas se quieran vacunar.
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