Las autoridades estadounidenses han informado de la detención del agresor que mató a once personas y dejó heridas a seis al abrir fuego en una sinagoga de Pittsburgh (Pensilvania).
Los hechos tuvieron lugar en torno a las 10.00 hora local (14.00 GMT) cuando Rob Bowers, que fue arrestado, accedió al templo de la Congregación del Árbol de la Vida en Pittsburgh (Pensilvania) y comenzó a disparar de manera indiscriminada al tiempo que gritaba: “Todos los judíos deben morir”.
Un segundo portavoz ha dicho que tres agentes resultaron heridos durante la operación. Las informaciones apuntan a que el agresor abrió fuego contra la policía y los servicios de emergencia que se personaron en el lugar de los hechos y que uno de los fallecidos es uno de los agentes, que resultó abatido. Las autoridades han pedido a los vecinos de las zonas de Wilkins y Shady, próximas al templo, que permanezcan en sus casas.
Trump: “Parece ser un crimen antisemita”
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, consideró que el tiroteo parece ser un crimen antisemita: “Definitivamente parece ser un crimen antisemita. Es algo que cuesta creer que siga pasando”, dijo al llegar a Indianápolis (Indiana), donde participará en un evento con representantes del sector agrario.
Trump ha dicho en Twitter que los hechos han sido “mucho más devastadores de lo que se pensaba originalmente”. “He hablado con el alcalde y el gobernador para informarles de que el Gobierno Federal ha estado y estará con ellos en todo momento. Hablaré con los medios en breves momentos en Future Farmers of America”, ha escrito.
Además, Trump ha abogado por la pena de muerte para evitar tiroteos como el ocurrido hoy y ha defendido que la presencia de un guardia armado en el templo habría servido para evitar la tragedia.
“Deberíamos trabajar en reforzar las leyes relacionadas con la pena de muerte (...). Tantos incidentes, en iglesias... (los agresores) deberían pagar con el castigo último”, ha declarado Trump a un grupo de periodistas instantes antes de partir a Indiana.
El presidente de EEUU ha considerado que, pese a las medidas de seguridad con las que contaba la sinagoga de la Congregación del Árbol de la Vida de Pittsburgh (Pensilvania), la presencia de un guardia de seguridad armado habría podido evitar que se produjeran víctimas mortales “más allá” del agresor.