Este martes se celebran en Estados Unidos las elecciones legislativas de mitad de mandato. Como ocurre cada dos años, se renueva toda la Cámara de Representantes, un tercio del Senado y múltiples cargos públicos de estados, condados y ciudades, entre ellos gobernadores en parte del país.
Las legislativas solo coinciden con las presidenciales cada cuatro años, y las de este martes de mitad de mandato del presidente, tienen históricamente menor participación. El partido del presidente en el cargo suele ser el perjudicado (así ha sucedido en todas las elecciones desde 2002, cuando era presidente George W. Bush) y se suelen interpretar como una medida de la satisfacción con el Gobierno.
Si el Partido Demócrata pierde ahora la mayoría en el Congreso, el presidente Joe Biden puede tener más complicado gobernar en los dos años que le quedan de mandato.
Ambas cámaras pueden entorpecer el camino de leyes clave para el presidente e incluso decidir si se convocan o no votaciones para cargos clave, como los jueces del Tribunal Supremo si hubiera una vacante (por la renuncia o muerte de uno de sus miembros).
En la actualidad, la mayoría demócrata en el Congreso ya es por la mínima -sobre todo en el Senado- y los sondeos muestran carreras ajustadas este martes. Según la web especializada en modelos de predicción electoral FiveThirtyEight, demócratas y republicanos están empatados en el Senado y los republicanos tienen clara ventaja en la Cámara de Representantes.
En esta cita electoral los estadounidenses no solo votan la renovación del Congreso. Muchos estados y condados aprovechan para reelegir gobernadores o alcaldes y someter a consulta enmiendas de leyes estatales.