Análisis Heroes of the Storm

Nadie si podía imaginar que DotA, un simple mod de Warcraft III, acabaría abriendo de par de par las puertas de uno de los géneros más populares hoy en día: Los Multiplayer Online Battle Arena o MOBA, unos juegos que suponen el principal foco de atención por parte de jugadores casuales, jugadores profesionales, y organizaciones responsables de algunos de los campeonatos de e-Sports de primer nivel.

En realidad, ni siquiera la propia Blizzard fue capaz de identificar el diamante en bruto que escondía el editor de su juego de estrategia, un error que ha pagado caro al ver como con el paso del tiempo, otros tantos avispados sí supieron sacar provecho de aquella fantástica idea lanzando al mercado juegos como League of Legends o DOTA 2, dos auténticas gallinas de los huevos de oro siatuadas en el top de juegos más rentables hoy en día a pesar de su condición de “free-to-play”.

Tras enfrascarse en una guerra legal por los derechos de DOTA sin demasiado éxito, Blizzard finalmente se puso manos a la obra para lanzar su propio título aprovechando el tirón de licencias como Warcraft, Starcraft y Diablo para ofrecer por fin a los jugadores aquello que era evidente cuando los MOBAs tal y como los conocemos hoy en día, no eran más que proyectos en pañales.

Sin embargo, Blizzard llega tarde a su propia fiesta, y conscientes de que clonar la fórmula actual añadiendo un puñado de caras conocidas sería a todas luces insuficiente para cautivar a los incondicionales de los dos grandes del género, ha decidido aplicar algunos cambios radicales con los que intentar revolucionar estas populares batallas por equipos online.

¿El resultado? Un gran abanico de buenas ideas que lo diferencian de cualquier otro competidor, aunque a costa de alterar algunas de las bases que han convertido a los MOBAs en el género de moda.

Un MOBA diferente

Un MOBA diferentePero empecemos por las buenas noticias, porque a pesar de los múltiples defectos que encontramos a esta obra de la compañía californiana, Heroes of the Storm cuenta con algunas virtudes indiscutibles.

La primera de ellas es sin duda el diseño de los escenarios, y no sólo en su faceta artística que es de una calidad excepcional, sino en un planteamiento que obliga a cada equipo a coordinarse más si cabe para cumplir una serie de objetivos secundarios de gran ayuda para alzarse con la victoria.

Aunque las condiciones de victoria no son muy diferentes a las de cualquier otro MOBA y habrá que ir minando las defensas de nuestros rivales hasta alcanzar su base, cada mapa cuenta con su propia temática y si se cumplen una serie de requisitos podremos por ejemplo, lanzar una maldición sobre el equipo contrario, poner en marcha gigantescos esbirros capaces de arrasar con todo a su paso, o incluso convertir a uno de nuestros héroes en una criatura todopoderosa que obligue a todos nuestros rivales a reagruparse para poder detenerla.

Estos objetivos pueden consistir en reunir monedas o amuletos para canjear en determinados puntos del escenario; limpiar zonas de enemigos cuando cae la noche; o mantener el control de puntos estratégicos. El resultado es que la faceta táctica se vuelve mucho más territorial y abre vías alternativas para alzarse con la victoria que van mucho más allá que el clásico concepto de eliminar rivales.

La segunda gran virtud de Heroes of the Storm nos llega, como no podía ser de otra forma, de los personajes de las grandes franquicias de Blizzard. Aunque algunos pueden resultar excesivamente simplones, todos ellos esconden numerosas posibilidades en combate con habilidades que dan mucho juego si se explotan de la forma adecuada. Eso sin mencionar la agradable sensación de nostalgia y lo familiares que resultarán algunas de sus habilidades para los fans de los juegos de Blizzard.

Nos encontraremos con muchos perfiles habituales, como personajes resistentes capaces de absorber grandes cantidades de daño, asesinos frágiles pero capaces de asestar los golpes más temibles, o personajes de soporte con capacidades curativas. No obstante, todos ellos pueden alterar sus funciones a base de talentos, haciendo que su papel sea mucho más flexible de lo que pueda parecer en un primer momento.

Ideas no tan buenas…

Ideas no tan buenas…Por desgracia, algunas de las ideas que completan la propuesta de Heroes of the Storm, aunque novedosas, dejan de lado algunos de los aspectos más atractivos de los MOBAs.

Quizás uno de los más llamativos sea la decisión de hacer que la experiencia conseguida durante el combate se aplique de forma grupal. El hecho de que sea todo el equipo el que suba de nivel de golpe una vez se alcanzan los puntos de experiencia necesarios, es de gran ayuda para equilibrar los combates, pero elimina de sopetón la posibilidad de volverse un personaje poderoso capaz de sembrar el pánico entre los enemigos.

Es una medida diseñada en pos del bien común, pero que puede resultar terriblemente frustrante para los jugadores que rindan mejor, y lo que es peor, elimina un cierto componente táctico a la hora de establecer prioridades en las batallas para acabar con el personaje más peligroso o a la hora de agruparse en torno al personaje aliado que lleve las riendas.

Otra de las grandes pegas la encontramos en el sistema de talentos, que sustituye en cierto modo a la tienda de toda la vida donde equiparse con ítems variados para adaptarse a la situación.

Aquí no compraremos botas, objetos mágicos, ni armadura con la que mejorar nuestros atributos. A cambio, cada vez que alcancemos determinados, tendremos que realizar una serie de elecciones cerradas con las que mejorar o modificar las habilidades de nuestros personajes. Se trata de un sistema sencillo y muy práctico, pero mucho menos profundo que una tienda repleta de objetos con los que personalizar nuestro personaje de forma mucho más precisa en función de cómo se esté desarrollando el combate.

Una dosis de paciencia con el sistema de progresión

Una dosis de paciencia con el sistema de progresiónPor último, no podemos dejar de mencionar una de las características más desesperantes del juego, un soporífero sistema de progresión que pone trabas innecesarias a todos los jugadores recién llegados, aunque sean veteranos del juego, que además muestra unas pretensiones recaudatorias mucho más descaradas que en otros “free-to-play”.

Para empezar, habrá que alcanzar el nivel 30 y tener 10 héroes desbloqueados para poder participar en partidas con rango, y eso es algo que puede llevar un buen número de horas. Mientras dura el proceso, sólo tendremos la posibilidad de jugar contra la IA o en partidas rápidas donde los equipos se crean de forma aleatoria dando lugar en ocasiones a combinaciones de héroes desastrosas.

Por otra parte, los héroes que hayamos desbloqueado no traen todas sus habilidades y posibilidades “de serie” por lo que no sólo tendremos que subir de nivel como jugador, también tendremos que dar uso a cada uno de ellos para subir el nivel específico de ese personaje si queremos desbloquear todas sus habilidades y talentos.

A todo esto no hay más que sumarle el precio desorbitado de personajes y skins, tanto con dinero real como con oro del juego, para completar uno de los sistemas de progresión más lentos y desesperantes del género.

Lo mejor:

Lo mejor:

  • Grandes ideas que lo alejan de sus principales rivales y de la legión de clones que les imitan.
  • Los escenarios, su temática y sus objetivos, son su seña de identidad y ofrece uno de los mejores planteamientos tácticos de los de su clase.
  • Los personajes de las sagas de Blizzard no defraudan, todos tienen su encanto y su utilidad.
  • Cuando sale un buen combate, se dan multitud de situaciones para recordar.

Lo peor:

Lo peor:

  • La experiencia compartida hace que se pierdan algunas de las características más atractivas de los MOBA: sentirse poderoso o temer a un rival concreto.
  • Los talentos ofrecen posibilidades de personalización, pero ni de lejos se consigue la profundidad del tándem tienda-ítems.
  • El sistema de progresión es desesperantemente lento.
  • Los precios son desorbitados, no se disimulan lo más mínimo los intereses recaudatorios propios de los “juegos gratis”.

Conclusiones

ConclusionesAnálisis Heroes of the Storm

Heroes of the Storm es un MOBA innovador, lo cual conociendo de antemano el buen saber hacer que Blizzard suele imprimir en sus juegos, resulta como mínimo prometedor. Sin embargo, innovar conlleva sus riesgos y en esta ocasión, apartarse de algunas de las mecánicas de juego más contrastadas y queridas por lo jugadores, nos lleva inevitablemente a una serie de sorpresas desagradables.

Ni la experiencia compartida, ni los talentos, ni su desesperante sistema de progresión, terminan de cuajar en la experiencia, y apostaríamos a que más de un jugador acaba regresando a su League of Legends de siempre por encontrarse excesivamente incómodo con los cambios.

Pero también hay que ser justos, y lo que Blizzard sí que ha conseguido es aportar un soplo de aire fresco al género con un sistema de objetivos y un diseño de escenarios soberbio que dan lugar a algunos momentos inolvidables. Heroes of the Storm es un gran juego, y cuenta con el potencial de atraer a cualquier perfil de jugador, ahora bien, dudamos de que cuente con lo que hay que tener para destronar a cualquiera de sus dos principales competidores.

Por: Noelia Valbuena

Análisis Heroes of the Storm

06/08/2015

7 / 10 estrellas