Allá por mediados de febrero del pasado año la para muchos olvidada portátil de Sony Playstation Vita recibió un título de Tecmo Koei bastante notable, que fue acogido de buen grado tanto por la crítica especializada como por los propios jugadores. Hablamos de Toukiden: The Age of Demons, videojuego que nos propone embarcarnos en una vibrante aventura de acción en la que tenemos que dar caza a diferentes bestias de gran tamaño con una jugabilidad de corte hack and slash bastante medida y un absorbente modo cooperativo para hasta cuatro jugadores.
Toukiden se convirtió en el acto en una de las propuestas de acción más sólidas de la portátil, gracias no sólo a lo comentado anteriormente, si no también a su larguísima duración, lo completo y profundo de su propuesta jugable y a un acabado visual a destacar teniendo en cuenta lo que suele verse dentro del terreno de los videojuegos portátiles. Por todo esto parecía evidente que la ambición de sus responsables no se quedaría ahí, y prueba de ello es Toukiden Kiwami.
Nos encontramos ante una especie de revisión y expansión del título original, contando en este caso con versión tanto para la portátil como para una PS4 que nos está acostumbrando quizás demasiado a acoger en su catálogo un altísimo número de ports, revisiones, remasterizaciones, reboots, etcétera, etcétera, quizás con la intención de compensar la escasez de títulos verdaderamente dignos de ser llamados ‘de nueva generación’.
Pero como casi siempre en estos casos, todo lo que sea ampliar y hasta mejorar algo que ya sabemos de ante mano que funciona no tiene porqué ser para nada negativo, por lo que nos hemos puesto a los mandos de la versión para Playstation 4 de este Toukiden Kiwami con un optimismo que ciertamente ha sido recompensado en su mayor parte.
Antes que anda, recordar a los que andéis más perdidos que Toukiden Kiwami es un título de claro perfil oriental tanto en forma como en fondo. Es decir, a muchos puede que os parezca un tanto extraño, quizás anacrónico o para freaks. Como siempre en estos casos, no caigáis en el error de juzgarlo antes de tiempo, porque os podéis perder una grata sorpresa a nada que le dediquéis un par de horas.
Los títulos que funcionan como expansión de sus predecesores pueden generar cierta polémica al sentir que nos están cobrando por más de lo mismo, que no innovan en absoluto o que apenas aportan contenido de peso como para justificar el tener que volver a pasar por caja. Lo hemos visto ya en multitud de títulos de lucha, por ejemplo, que tan sólo ofrecen un par de personajes extra y algún que otro nuevo modo anecdótico. Por suerte ese no es el caso de Kiwami, dado que cuenta con nuevo material como para sorprender e incluso avasallar a aquellos que ya destriparon a conciencia el título original.
Una vez metidos en harina jugable, hay que reconoce una vez más la influencia de la saga superventas de Capcom Monster Hunter. Kiwami como su predecesor nos sitúa en un universo de fantasía en el que los Onis, una especie de monstruos endemoniados, han escapado al control de aquellos que los mantenían en secreto, los Slayers, sembrando el caos total a su paso. Aquí es donde los jugadores entran en acción, dando forma a grupos de Slayers (de ahí su fuerte enfoque cooperativo) para dar caza y en definitiva acabar con todos estos monstruos.
Toukiden Kiwami trae consigo una nueva campaña completa que puede darnos para más de 12 horas de puro vicio. Como era de esperar, nos situará justo después de los acontecimientos narrados en el original, y para todo aquel que tema encontrarse un tanto perdido, tranquilos, porque la campaña original también está incluida de forma íntegra, por lo que sobra decir que Kiwami ofrece contenido para aburrir.
Básicamente todas las misiones se resumen a la misma cantinela: comenzamos en una zona que tendremos que recorrer tratando de explorar cada rincón mientras machacamos a todo aquel que se nos cruce por delante. Al final siempre nos estará esperando el correspondiente gran monstruo al que tendremos que dar caza en un intensísimo combate que, en ocasiones, requerirá que demos lo mejor de nosotros mismos.
Es por ello que nos encontramos ante un hack and slash, aunque no al uso, dado que la exploración tiene un gran peso al igual que se pueden saborear ciertos toques RPG. La creación y evolución de nuestro personaje será crucial, así como el ser capaces de hacernos con un atractivo inventario repleto de múltiples y poderosas armas. Buena parte de nuestro potencial tanto ofensivo como defensivo vendrá dado por las Mitamas, almas de guerreros caídos que nos concederán diferentes poderes únicos. Hay centenares de ellas, por lo que ya os podéis imaginar que cualquier jugador podrá encontrar alguna de su gusto. Sobra decir que también encontraremos nuevas armas, personajes y monstruos que machacar.
Su aclamado modo multijugador cooperativo se ha mantenido intacto, permitiendo que cuatro jugadores aúnen esfuerzos para dar caza a las bestias, siendo sin lugar a dudas el elemento más divertido de todo el juego. Si encontramos unos compañeros de fatigas que se adapten a nuestros ideales, Toukiden Kiwami tiene lo que hay que tener para convertirse en uno de nuestros títulos predilectos durante meses.
En cuando a su apartado artístico, técnico y sonoro, hay que decir que la versión para PS Vita se mantiene como es lógico mucho más conservadora que la de Playstation 4, en la que se nota que se han invertido los recursos necesarios para conseguir un resultado más llamativo y acorde al hardware superior de esta consola. Las texturas son mucho más detalladas, la resolución alcanza los 1080p y la tasa de cuadros por segundo se mantiene completamente estable. Evidentemente nadie podrá decir que se trate de un referente para la nueva generación ni muchísimo menos, pero cumple con los deberes a la perfección. Por lo demás hay que destacar el gran acabado artístico de perfil marcadamente oriental de los personajes, escenarios y, sobre todo, los monstruos.
En conclusión nos encontramos ante un título repleto de contenido, más que eficiente en sus formas y con un apartado visual que cumple con su cometido aunque sin destacar especialmente. Sobra decir que no inventa la rueda en absoluto, y que incluso llega a tomar prestadas demasiados elementos de otros títulos similares, pero no por ello se le puede acusar de ser un producto de mala calidad. Todo lo contrario, es sólido y es divertido, ofreciendo bastante más de lo que suelen ofrecer todas las reediciones y expansiones del estilo.
Puede que no sea tan variado como nos gustaría, que el hecho de no contar con un mero texto al castellano derive en que más de uno acabe un tanto perdido o que quizás su estilo marcadamente oriental pueda echarnos para atrás. Pero si somos capaces de sortear todo esto, nos encontraremos con una obra interesante que nos dará acceso a horas, muchas horas de entretenimiento.
Lo mejor:
- Ofrece muchísimas horas de entretenimiento al contar con la campaña original y una completamente nueva.
- El modo online cooperativo sigue siendo su gran baza, dando lugar a intensas cacerías para cuatro jugadores.
- El apartado artístico y en especial el diseño de los monstruos, alcanza un muy buen nivel.
Lo peor:
- Que al final todo se reduzca a lo mismo, avanzar matando a todo lo que se mueva hasta llegar al jefe de zona, puede acabar cansando.
- Efectivamente no innova demasiado, y de hecho toma prestadas bastantes cosas de otros títulos como Monster Hunter.
- No está doblado al castellano, y eso en un juego que puede llegar a ser bastante complejo resta muchos puntos.