Puede que si decimos Patrice Désilets muchos os quedéis igual que estabais. Sin embargo, si añadimos que se trata del padre de la multimillonaria franquicia de aventuras Assassin’s Creed, la cosa cambia. El diseñador canadiense fue una de las principales cabezas pensantes de Ubisoft, siendo también el principal responsable del renacer de la franquicia Prince of Persia.
Pero Désilets y la editora gala acabaron de morros. El diseñador pasó a engrorsar las filas de la desaparecida THQ, donde comenzó a gestar 1666, título con el que quería llevar un paso más allá algunas de las ideas expuestas en la saga de templarios y asesinos. THQ se fue a pique y, casualidades de la vida, Ubisoft compró el estudio regido por Désilets y los propios derechos sobre 1666.
Estaba claro que esta relación no podía funcionar y efectivamente Désilets volvió a dejar su puesto (según él le despidieron sin ningún tipo de miramientos), pero su juego tuvo que quedarse en Ubisoft. Es decir, perdió todo derecho sobre su creación, algo que no le hizo ninguna gracia.
Al poco anunció que se lanzaría a la vía independiente fundando Panache Digital en un movimiento más que comprensible si tenemos en cuenta que la suerte no le ha acompañado durante los últimos años trabajando para grandes editoras. Y sí, tal y como era de esperar ya tiene un nuevo videojuego entre manos, del que por ahora poco o nada sabemos más allá del hecho de que se trata de una aventura de acción en tercera persona.
Esto podría cambar mañana mismo, puesto que el padre de Assassin’s Creed acaba de confirmar en Twitter que hay muchas posibilidades de que presente este primer juego ya mismo.