Hace unos pocos años presenciamos un fenómeno para nada agradable que aún a día de hoy se repite de vez en cuando: no pocas sagas míticas abandonaron sus principios para abrirse a un público mucho más amplio, cayendo con ello en mecánicas más facilonas y menos profundas.
El motivo es simple: lo complicado, lo ‘especializado’ y en definitiva las propuestas centradas en un tipo de público concreto y exigente difícilmente pueden ser a la vez del gusto de todos, por lo que no es fácil que se conviertan en un exitazo comercial.
Sin embargo ahí está Dark Souls, la franquicia RPG de acción ultra-exigente de dificultad endiablada creada por los nipones From Software con sus más de ocho millones de copias vendidas en todo el mundo, y eso sin contar las ventas de Demon’s Souls y de Bloodborne, títulos que son, por así decirlo, primos hermanos.
Y la cosa no acaba aquí, puesto que a principios del año que viene se lanzará en PC, PS4 y Xbox One un Dark Souls III confirmado oficialmente durante la conferencia de prensa de Microsoft en el E3 2015.