Ya lo hemos dicho muchas veces, eso de pagar 60-70 eurazos por un juego y no volver a soltar un duro hasta que no llegue su expansión o secuela es cosa del pasado. Ahora la gran mayoría de los grandes lanzamientos cuentan con un programa de contenido descargable post-lanzamiento medido al dedillo y por supuesto con un sistema de micropagos para que todo aquel que lo desee pueda dejarse los cuartos en comprar trajecitos, mapas extra, nuevas armas, habilidades y bonificaciones de todo tipo que, en ciertos casos, rompen el equilibrio entre los que pagan y los que no pagan.
Es por ello que cuando se anuncia que un nuevo juego contará con micropagos la comunidad de jugadores empieza a temblar. ¿Tendrán ventaja los que más dinero inviertan? ¿Podremos disputar partidas justas sin que nos machaque el niño rico del barrio? Bien, sobre este tema ha hablado el estudio Dambuster, responsables del venidero Homefront: The Revolution, título que como muchos ya sabréis nos sumergirá en una ciudad de Filadelfia sometida al yugo de Corea del Norte, país que en una realidad distópica ha conseguido su objetivo de invadir a su gran enemigo, los Estados Unidos.
Desde Dambuster señalan que “desde luego no es un sistema pay to win, porque todo lo que ofrecemos en los packs descargables que se pueden comprar con dinero real también está disponible de forma gratuita a cambio de dedicar horas al juego. Lo que ofrecemos es para la gente que no tiene suficiente tiempo que invertir en el juego para que, de este modo, pueda desbloquear todas esas cosas estupendas”no es un sistema pay to win.
Es decir, efectivamente quien pague tendrá más posibilidades de machacarnos invirtiendo menos tiempo y esfuerzo en el juego, mientras que quien no pague tendrá que sudar para llegar al nivel del que paga. ¿Esto no es un desequilibrio? Pero ojo, que el caso de Homefront: The Revolution no es una excepción. Como decimos hay muchos, muchos más.
Para suavizar un poco todo esto señalan que no harán packs de mapas. De esta forma no someterán a la comunidad a la división producida por lanzar mapas de pago que sólo compran algunos tal y como ocurre con juegos como los Call of Duty. A cambio al menos durante un año después de lanzamiento ofrecerán nuevo contenido descargable supuestamente gratuito, como por ejemplo nuevas misiones y modos de juego.