Xbox One partió segunda en la carrera por dominar la nueva generación de consolas desde su mismísima gestación debido a unas pésimas decisiones comerciales de Microsoft de las que posteriormente se tuvieron que retractar, como la obligatoriedad de una conexión permanente a internet para jugar, la limitación del mercado de segunda mano y la obligatoriedad de adquirir la nueva versión de Kinect junto a la consola.
Por suerte para la compañía y los propios jugadores en apenas un año han cambiado muchas cosas en Redmond, empezando por el mismísimo jefe de Xbox, un Phil Spencer que tras sustituir al ‘fugitivo’ Don Mattrick parece haber sabido escuchar y atender las peticiones de los usuarios con bastante criterio, consiguiendo que las ventas de One se disparen durante los últimos meses.
Gracias a la eliminación de Kinect de la ecuación, a la rebaja de su precio de venta oficial en EE.UU. hasta los 350 dólares y al lanzamiento de jugosos títulos exclusivos como el divertido Sunset Overdrive, Forza Horizon 2 y Halo: The Master Chief Collection, la next gen de Microsoft se acerca a los 10 millones de consolas distribuidas en todo el mundo tal y como ha asegurado Yusuf Mehdi, vicepresidente de marketing:
“La respuesta a esta ola de jugos blockbuster y a los nuevos bundles ha sido increíble, y las ventas se han disparado desde que el nuevo precio entró en vigor el pasado día 2 de noviembre. En comparación con la semana anterior, Xbox One ha triplicado sus ventas en Estados Unidos […]. A medida que nos acercamos a las navidades, Xbox One ha liderado las ventas de la octava generación de consolas en los EE.UU. durante las dos últimas semanas. Dentro de poco habremos vendido entre los minoristas más de 10 millones de Xbox One”.