Si la Madre Teresa de Calcuta viviera, hoy cumpliría 100 años. Fue el 26 de agosto de 1910 cuando esta misionera, quizás la más conocida en todo el mundo, nació en Skopje (Albania). El importante legado que dejó y la intensa labor que llevó a cabo a favor de los más pobres han propiciado que hoy se sucedan las conmemoraciones de este centenario alrededor de todo el planeta.
Entre los actos que tendrán lugar este jueves cabe destacar la puesta en marcha de un tren en India (la tierra donde más trabajó) que llevará el nombre de Mother Teresa Express. En Estados Unidos se iluminará un edificio en Brooklyn (Nueva York) y el Puente de la Paz, que une este país con Canadá, con los colores azul y blanco, los de la congregación de las Misioneras de la Caridad, que ella misma fundó. También un edificio del Bronx, Hutchinson Metro Center, tendrá una iluminación especial a modo de conmemoración. El neoyorquino Empire State, sin embargo, ha optado por la ausencia de luz a modo de recuerdo. Esta decisión, que no ha gustado a las religiosas de las Misioneras de la Caridad,se debe a las palabras de la Madre Teresa cuando dijo “si alguna vez llego a santa, seguramente seré una santa de la oscuridad”.
También España acogerá algunas celebraciones en su recuerdo, sobre todo de carácter religioso. En los próximos días se sucederán tres misas en su honor en la Iglesia de San Agustín de Barcelona y otras tres en la Catedral de la Almudena de Madrid.
Labor admirada y criticada
La Madre Teresa de Calcuta realizó una importante labor humanitaria que le ocupó la mayor parte de su vida. A Calcuta llegó por primera vez, ya como religiosa y con el nombre de Hermana María Teresa, en 1929 y allí se unió a la Comunidad de las Hermanas Loreto de Calcuta. Su primer trabajo en esta ciudad india fue como profesora en un colegio de niñas, del que llegó a su directora. En 1937 realizó sus votos definitivos y empezó a ser llamada Madre Teresa.
Pero fue en 1946, a partir de lo que ella denominó la “llamada dentro de la llamada”, cuando decidió dedicar su vida a los pobres, labor a la que se ocupó hasta su muerte. Trabajó directamente con los grupos más desfavorecidos de la sociedad india, intentando mejorar sus condiciones de vida.
No obstante, su trabajo no estuvo exento de críticas. Dentro de la Iglesia se discutía su actitud poco ortodoxa, a la vez que había quien criticaba que no tuviera en cuenta los problemas más estructurales de India. También fue muy respondida su oposición al uso del preservativo en un país con unas tasas muy altas de sida, y no faltaron las denuncias sobre sus modos de financiar los proyectos.
Sea como fuere, la Madre Teresa de Calcuta se convirtió en un icono de la Iglesia Católica y de las labores humanitarias. Representó a una mujer humilde y siempre dispuesta a dar su amor a todo el mundo. En 1962 recibió el Indian Padmashri Award y en 1979 el Premio Nobel de la Paz. En 2003, el Papa la beatificó. Además, la Madre Teresa fundó una congregación, las Misioneras de la Caridad, que hoy cuenta con 4.800 religiosas repartidas en 145 países.
Gonxha Agnes (así se llamaba realmente), murió el 5 de septiembre de 1997.