Amnistía Internacional se une un año más a la conmemoración del Día Internacional del Orgullo LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales). La organización quiere alertar sobre el acoso que sufren los defensores y las defensoras de derechos humanos que luchan por conseguir la efectiva igualdad de las personas LGBTI en países como Honduras, Sudáfrica o Camerún.
Mientras que en algunos lugares se han producido avances, como la aprobación del matrimonio homosexual en Argentina o Brasil, en otros las relaciones homosexuales pueden llegar a suponer la pena de muerte . Entre ambas situaciones encontramos un panorama muy desigual en el que existe un gran abanico de legislaciones que reconocen o limitan los derechos del colectivo LGBTI en cada Estado.
El pasado 17 de junio, Naciones Unidas aprobó una resolución haciendo un llamamiento a la tolerancia cero hacia las violaciones de derechos humanos a lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales. Sin embargo, los actos homosexuales son aún considerados ilegales en 76 países, donde son castigados con prisión o castigo físico. No solo basta con esto, que además en Arabia Saudí, Irán, Mauritania, Sudán y Yemen y en las regiones de Nigeria y Somalia las relaciones sexuales se castigan con pena de muerte.
Por otro lado, en países como Rusia y Moldavia, hasta la fecha no ha sido posible celebrar un día de Orgullo en apoyo de los derechos de las personas LGBTI, ya que las autoridades no han permitido la celebración de marchas o la amenaza de violencia física hacia las personas participantes ha sido tan grave que no se han arriesgado a celebrarla. En otros países como Eslovaquia, Rumanía, Bulgaria, Hungría y Serbia estas marchas han tenido lugar bajo poca protección policial, intimidaciones y violencia física.
Como asegura Esteban Beltrán, director de la sección española de Amnistía Internacional , aunque haya habido avances a lo largo de la historia del colectivo gay, la verdadera igualdad está aún muy lejos de conseguirse, ya que no es razonable que todavía haya millones de personas que son amenazadas, agredidas e incluso asesinadas por su orientación sexual o identidad de género.