Bodegas Riojanas se acerca a una nueva vendimia sin pagar la última cosecha a los agricultores

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La centenaria Bodegas Riojanas de Cenicero se enfrenta a la campaña de vendimia con importantes problemas económicos. Y es que todos los agricultores proveedores de uva de esta bodega, alrededor de un centenar, siguen sin cobrar la cosecha del año pasado. Según ha adelantado El Día de La Rioja, los responsables de la bodega convocaron una reunión este miércoles para comunicarles que no iba a poder pagarles.

Tras el anticipo previo a la vendimia de unos 0,15 euros por kilo, este sí cobrado, los agricultores siguen esperando desde abril, mes habitual de cobro, el pago completo de la cosecha. Lamentan la tardanza para dar explicaciones y que no se haya avisado antes de la situación, por lo que consideran que la reunión solo aumentó la incertidumbre entre los agricultores, la mayoría de Cenicero, pero también de muchas localidades del entorno.

Y es que la bodega, aunque se ha comprometido a pagar, no ha dado plazo de cuándo prevé hacerlo. Según les explicaron en esta reunión, Bodegas Riojanas ha iniciado negociaciones con varios bancos para recibir un crédito con el que aliviar la situación. Los viticultores lamentan además que la empresa “echara balones fuera” aludiendo a la situación del vino.

Así las cosas, los agricultores afectados casi dan por hecho que se enfrentan a una vendimia 2024 sin liquidez y, según han explicado algunos de ellos a Rioja2, se sienten el eslabón más débil de la cadena y se preguntan si son los únicos proveedores a los que se les debe. “Los agricultores confían en la bodega y en que se solucione el bache, lo que dice mucho de ellos porque encarar la nueva campaña, tan cercana en el tiempo, sin haber cobrado…”, apunta una de las personas que asistieron a la reunión.

Esta situación se suma a la reducción de proveedores de uva que ha hecho la empresa para la próxima vendimia. A en torno a una decena de viticultores de Cenicero, a los que se suman otros tantos de otras localidades, les comunicaron después de la campaña de 2023 que el siguiente año no comprarían sus uvas. Una situación que se repite en otras bodegas y que suma incertidumbre a la complicada situación del campo riojano.