Calahorra estudia si el edificio derrumbado se puede rehabilitar o tiene que ser declarado en ruina

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La alcaldesa de Calahorra, Mónica Arceiz, acompañada por el concejal de urbanismo, Antonio Mazo, y de técnicos municipales ha comparecido esta mañana en rueda de prensa para explicar “in situ” los pormenores del derrumbe parcial ocurrido el sábado en la fachada del número 18 de la calle San Andrés.

Arceiz ha dicho que muy posiblemente el edificio será declarado en ruina pero los técnicos municipales serán los que valorarán primeramente el estado y si es posible una rehabilitación del edificio cuyos desprendimientos se deben “al precario estado en que se encuentra” y al endeble material empleado en su construcción.

Con los medios de comunicación en la calle Los Sastres (paralela a la calle San Andrés y desde la que se observan mejor los daños), ha intervenido primeramente Álvaro Rodruejo, arquitecto técnico municipal. Éste ha explicado que el Ayuntamiento derribó por ejecución subsidiaria el edificio de San Andrés 16, “ya que se declaró en ruina, corría el riesgo de que se desplomase sobre la vía pública y el propietario no ejecutó la demolición en el periodo voluntario”.

A día de hoy ese edificio no existe ya que fue recientemente demolido y sólo quedan unos restos que iban a ser retirados. Es a través de este solar desde el que actualmente se pueden apreciar los daños en el inmueble contiguo de San Andrés 18.

Según el relato del aparejador, “en el derribo del número 16 vimos que la pared medianera con San Andrés 18 tenía un estado precario porque como se puede apreciar ahora es de tierra prensada”. La semana pasada ya se abrió una oquedad en la parte baja de la fachada del número 18, oquedad que -confirmando las primeras informaciones- estaba previsto comenzar a reparar hoy; sin embargo, el sábado por la tarde los sucesos se precipitaron cayendo parte de la fachada de las plantas baja y primera.

Rodruejo ha precisado que “no se ha derrumbado el edificio, pero sí se ha abierto una gran oquedad en la pared que linda con el solar del número 16 (...) ahora tenemos que estudiar si es viable la rehabilitación y si no, será ruina. En cualquier caso, así no se puede quedar porque es un peligro”, ha añadido el aparejador que también incluirá en el estudio de viabilidad los edificios de los números 14 y 20 cuyos moradores también fueron desalojados preventivamente.

A preguntas de los medios de comunicación, el aparejador municipal ha dicho que “se hizo un protocolo notarial tanto para el edificio del número 16 -hoy derribado- como para el del 18” y que en su momento “se detectó lo que se podía ver; ya que las paredes se presentan lucidas o con yeso por mucho que por detrás tengamos tierra prensada”.

Rodruejo ha comentado que la causa del derrumbe en el número 18 se ha debido “al estado precario de su sistema estructural, y a que los muros son de tierra prensada”.

En este sentido y señalando al bajo de San Andrés 18 -que ha quedado a la vista con la caída de la pared- ha llamado la atención sobre la existencia de unos puntales que sujetan la primera planta. El aparejador asegura que “esos puntales no se han puesto ahora sino que ya estaban instalados antes, luego algo los propietarios puede que vieran pero nosotros no podíamos apreciarlo”.

Cinco personas afectadas

En cuanto a las personas desalojadas del edificio afectado son cinco según Mónica Arcéiz: “Una madre con dos niños, una señora y un señor”. La alcaldesa ha confirmado que parte se encuentran acogidas en un establecimiento hotelero de Calahorra con cargo al Ayuntamiento y ha dicho que “los afectados se iban a entrevistar esta mañana con los Servicios Sociales Municipales para acordar un realojo provisional, baranjando la posibilidad de que el Ayuntamiento les financie dos meses de arrendamiento más la fianza en algún piso en alquiler disponible en Calahorra o un alojamiento alternativo con familiares”.

Por su parte, el concejal de Urbanismo ha valorado la intervención de los bomberos llevada acabo ayer para rescatar enseres de los pisos afectados y ha dicho que “se jugaron la vida”.