Que Calahorra es la ciudad de las verduras no es un tópico. Su huerta, sus empresas conserveras y su gastronomía la han hecho célebre por toda La Rioja y parte de la ribera navarra. Hoy estrena Museo dedicado a la verdura que viene a culminar con un trabajo de promoción de productos como la alcachofa, la borraja, cardo y cebolla.
“Cuando hace quince años nos reunimos en torno a una mesa para hablar de la promoción de la verdura, hubo ciertos sectores que se levantaron porque no creyeron que la gente iba a venir a Calahorra a ‘comer verdura’” dice José Ibañez, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Calahorra, “hoy el tiempo nos ha dado la razón”.
El Museo de la Verdura abre sus puertas para todos los públicos en el antiguo Convento de San Francisco, sede también del Albergue de Peregrinos, en el casco antiguo de la ciudad. Su coste final ha ascendido a 1.200.000 euros.
Es un edificio luminoso y reformado que consta de diversas partes: El primer espacio lleva por título 'El territorio y el hombre'. Contiene un audiovisual con tres documentales, un plano-maqueta de La Rioja Baja y diferentes elementos sobre el trabajo en el campo.
El segundo espacio, 'La agricultura y la huerta' se ocupa de los sistemas de regadío, la evolución de los sistemas de explotación agrícola, la maquinaria y aperos a lo largo de la historia, los estratos del suelo, la cultura popular y religiosa sobre el agro.
'Nuestras verduras'
titula el tercero de los espacios del museo que presta especial atención al cultivo y a la elaboración de siete verduras concretas: alcachofa, cardo, cebolla, coliflor, espárrago, lechuga y pimiento.
La conserva tradicional es la protagonista del cuarto espacio en el que podemos encontrar antiguas etiquetas de conservaras calagurritanas, un documental de los años 20 de Conservas Francisco Moreno y otro sobre conserveras actuales.
Sobre este espacio, el edil de Cultura ha comentado la estrecha colaboración de los empresarios del sector en Calahorra que ha llegado incluso a la donación de maquinaria que finalmente no ha podido ser instalada por sus dimensiones y elevadísimo peso.
También de la conserva se ocupa el quinto espacio, si bien en este caso lo hace con proyección al futuro presentando el papel de las verduras en la IV y V gama, o lo que es lo mismo, las verduras limpias, las precocinadas y las congeladas.
Ibáñez afirma que tenía que existir una instalación que no sólo hablara de la verdura sino de las conservas y congelados, de las herramientas que utilizan los agricultores, parte origen del proceso que lleva la verdura desde la tierra hasta la mesa. “Es un museo ejemplar, muy digno, único en La Rioja, será el Museo de la Verdura de Calahorra y de todo los riojanos”.
El Museo está abierto a todas las edades y con la mirada vista en los visitantes de fuera de Calahorra. “Tenemos también el Museo de la Romanización, único en la región y cuya directora también lo será del Museo de la Verdura”.
En este proyecto participan todos: desde el Ayuntamiento, las empresas conserveras que han donado maquinaria hasta los hosteleros que tienen su propio espacio en el que los visitantes pueden aprender a cocinar deliciosas recetas con productos de la huerta de Calahorra. De hecho, el Ayuntamiento quiere que los restaurantes y bares de la ciudad sean parte activa del Museo ayudando a su promoción con vales descuento para la entrada del Museo a sus clientes. “El Hotel ya lo hace con todos los museos de la ciudad” dice el concejal de Cultura, “los restauradores calagurritanos han entendido que hay que echar una mano para promocionar la ciudad”.
Así lo ha entendido, Alberto Castellà del Hostal Gala de Calahorra, un establecimiento con cuatro años de antigüedad situado junto al Paseo del Mercadal que ofrece servicio de bar, restaurante y hostal. Todavía no han podido participar con sus recetas en el Museo pero esperan hacerlo muy pronto. “Entendemos que somos muchos los restauradores en la ciudad y todos nos podemos participar ahora”.
El plato que piensan presentar es un ‘jarrete de cordero guisado con alcachofas, crujiente de borraja y tomate confitado al romero sobre coulis de coliflor“ elaborado por Iván Benito, joven cocinero calagurritano que lleva entre los fogones del Gala desde que se puso en marcha.
El plato es una combinación de verduras y de cordero, “una carne especial y de mucha calidad que hay en la zona” asegura Alberto, orgulloso de su plato y de su restaurante. “Iniciativas como las del Museo son excelentes ideas, imprescindibles, son un acierto tras otro aunque tenga sus avatares ya que cuesta consolidar una idea novedosa como las jornadas de la cazuelilla que ha tenido gran aceptación” y reconoce “no debemos dejarnos pisar, tampoco somos la Reina de la Ribera pero nuestra verdura y nuestra huerta es importante por eso el trabajo que realiza el Ayuntamiento es encomiable”.
Hostal Gala es un restaurante que pretende ser carta pero que sirve menú, como recuerda su propietario “tenemos cierta preocupación por que los clientes se sientan como en un restaurante, y después de cuatro años podemos sentirnos satisfechos”.
Alberto cree que el Museo de la Verdura ha sido un acierto y “me parece que debe existir colaboración entre la administración pública y las empresas privadas porque al final a todos nos interesa Calahorra”, somos empresas familiares y muy independientes, pero eso es una cuestión de idiosincrasia, poco o poco nos damos cuenta que nos necesitamos y que nadie es imprescindible y que nadie sobra“.
HORARIO MUSEO
El Museo podrá ser conocido por el público en general en unas jornadas de puertas abiertas organizadas para los días 24 y 25 de marzo, de las 11 a las 14 y de las 18 a las 21 horas. La apertura general está prevista para el día 26 y desde esta jornada el precio de la entrada será de tres euros. Los lunes y los domingos tarde cerrado.
Para los menores de 14 y mayores de 65 años se aplicará un descuento del 50 por ciento. Los grupos de más de 20 personas se verán también bonificados con un 20 por ciento de descuento. Por su parte, los poseedores del Carnet Joven dispondrán de un descuento del 10 por ciento.