Cáritas La Rioja alerta del aumento del sinhogarismo entre las mujeres: “La calle era mi destino”
El 27 de octubre es el Día de las Personas Sin Hogar una fecha en la que Cáritas La Rioja ha puesto el foco en número de personas atendidas en la Comunidad. Así, a lo largo de 2023, la entidad social atendió a 147 personas sin hogar y dio respuesta a cerca de mil familias que solicitaban apoyo en ayudas para el alquiler de viviendas y el realquiler de habitaciones. El director de Cáritas La Rioja, José Andrés Pérez, ha calculado que “se estima que en La Rioja hay cerca de 300 personas sin hogar”. Una cifra cifra a la que le ha añadido una reflexión “arlamente”. Y es que son testigos del aumento de la vulnerabilidad de muchas personas y familias que no pueden acceder a su derecho de una vivienda digna y adecuada. “El actual modelo expulsa a las personas más frágiles, como son las que se encuentran en situación de sinhogarismo. Por ello, es necesario y urgente seguir sensibilizándonos como sociedad y continuar interpelando a las administraciones públicas, garantes de los derechos humanos, y al resto de la sociedad acerca de la realidad que están viviendo estas personas”.
En este marco, la entidad ha presentado la campaña “Nadie Sin Hogar 2024”, que lleva por lema “Caminemos juntos” y está inspirada en la simbología del Camino de Santiago para transmitir la necesidad de acompañar a las personas sin hogar durante el camino para que no estén solas. Esta campaña ha contado con la colaboración de una treintena de personas, participantes de los programas de personas sin hogar de diversas Cáritas diocesanas, que han compartido su realidad vital y dificultades para sensibilizar a la sociedad. Con este mismo objetivo, en la rueda de prensa se ha emitido el testimonio de Inmaculada, usuaria del programa “Housing First. Personas con Hogar” de Cáritas La Rioja. Esta mujer de 67 años, sin techo y víctima de violencia machista, cuenta desde mayo de 2023 con una casa gracias al proyecto de la entidad social. Y es que desde la entidad alertan de que las mujeres sin hogar están aumentando y son necesarias actuaciones específicas, asegura Pérez, porque de las 147 personas sin hogar atendidas, 21 eran mujeres.
Mujer de 67 años víctima de violencia de género
Es el caso de Inmaculada, una mujer de 67 años que ha recorrido un largo camino, lleno de dificultades y marcado por la violencia de género que soportó en varias relaciones. “Aguantaba y aguantaba, no podía hacer otra cosa para intentar sacar a mis hijas adelante”, relata. Después de denunciar, buscar nuevas oportunidades y encontrar solo desdichas, regresó a La Rioja, pero sus problemas de salud le impidieron trabajar. Le concedieron una pensión no contributiva, insuficiente para salir adelante, y al no tener empadronamiento, lo cual le dificultaba poder acceder a otras prestaciones sociales, terminó en el albergue de Logroño. Allí se alojó durante casi tres meses, sufriendo periódicamente el miedo a que no le renovaran la plaza y verse en la calle. “Es de lo peor que te puede pasar, creía que me volvía loca”, rememora. Desesperada, llamó a la puerta de Cáritas La Rioja. Poco tiempo después, la entidad social la acogió en su programa “Housing First. Personas con Hogar”. “La calle era mi destino, pero Dios no se ha olvidado de mí esta vez”, afirma. En mayo de 2023 accedió a la casa en la que vive actualmente, donde, entre lágrimas, habla de sus esperanzas y deseos: “Ojalá hubiera más oportunidades como estas para más personas”.
Asimismo, a lo largo de la comparecencia, Pérez ha explicado cómo el trabajo de Cáritas La Rioja en el ámbito del sinhogarismo aborda la exclusión residencial desde diversas perspectivas. En materia preventiva, cuenta con el proyecto de “Alojamientos Temporales”, que ofrece un hogar temporal a familias sin vivienda adecuada. En 2023, en él se atendió a 27 familias, con un total de 53 menores. En el área de la atención primaria, a través de las parroquias distribuidas por toda La Rioja se atendieron diversas necesidades relacionadas con la vivienda. “En 2023, dimos respuesta a 400 familias que solicitaban apoyo en ayudas de alquiler y a 523 familias para realquilares de habitaciones, de las cuales 90 eran monoparentales y 145 parejas con hijos. Esta situación en concreto nos preocupa debido a que el realquiler de habitaciones es la antesala a estar en situación de calle”, ha afirmado el director de Cáritas La Rioja. “Además, desde las acogidas asistimos a 147 personas sin hogar, de las cuales 21 eran mujeres. La realidad de mujer sin hogar es una cuestión en aumento y que precisa de actuaciones específicas”, reitera.
Por otro lado, Cáritas La Rioja cuenta con dos recursos residenciales de intervención dirigidos a dos colectivos específicos: el proyecto “Housing First. Personas Con Hogar”, que ofrece viviendas a persona sin hogar y, además, un equipo de profesionales les acompaña para trabajar su autonomía; y el CEOSIC (Centro Educativo de Orientación y Seguimiento para la Inclusión Comunitaria), dirigido a personas que salen del centro penitenciario y donde el año pasado se acogió a 29 personas. Además, a través de Proyecto Hombre, se ofrece apoyo a personas sin hogar y sin red de apoyo que sufren adicciones.
Sinhogarismo, un problema diverso que afecta a muchas personas
Marcos Montoya, técnico de la entidad social, ha explicado que “el sinhogarismo es un fenómeno complejo que va más allá de la imagen común de personas durmiendo en la calle”. Según ha detallado, la escala ETHOS, creada por FEANTSA (Federación Europea de Organizaciones Nacionales que trabajan con Personas sin Hogar), clasifica este problema en cuatro categorías. Incluye a quienes viven sin techo, en la calle o en alojamientos de emergencia; sin vivienda, en albergues o centros temporales; con vivienda insegura, amenazados por desahucios o violencia; y con vivienda inadecuada, como en chabolas o estructuras sin condiciones de habitabilidad. Es esencial entender estas dimensiones para abordar eficazmente el problema.
Asimismo, Marcos Montoya ha afirmado que “el sinhogarismo es el resultado de una combinación de cuatro factores: estructurales, institucionales, relacionales y personales”. “Entre las causas estructurales destacan el desempleo, la precariedad laboral y el alto costo de la vivienda, que dificultan el acceso a una residencia digna. Un 29,9% de las personas sin hogar no tiene ingresos, y aunque algunas reciben prestaciones sociales, estas no siempre son suficientes. Además, más de la mitad de las personas sin empleo ni siquiera buscan trabajo, principalmente por razones de salud o situación administrativa irregular”, ha concretado el experto. A nivel institucional, la falta de políticas de vivienda adecuadas, las insuficientes ayudas sociales y una burocracia compleja pueden agravar la situación de las personas en riesgo. “El 82,0% de las personas sin hogar señalan que necesitarían una vivienda o habitación para poder salir de la situación en la que se encuentran. Un 78,0% afirma que necesitaría un trabajo y un 38,6% una prestación económica”, ha desvelado. Finalmente, los problemas relacionales y personales, como el aislamiento social, la soledad prolongada, la violencia de género, los problemas de salud mental o de adicciones, o la situación migratoria irregular, entre otros, también juegan un papel clave en el sinhogarismo.
Demandas de Cáritas La Rioja
Teniendo en cuenta los datos y las limitaciones presupuestarias, desde Cáritas La Rioja proponen aumentar el parque de vivienda pública dirigido a colectivos vulnerables, sobre todo en materia de alquiler social. Desde la entidad consideran necesario que el Gobierno de La Rioja incremente el número de recursos para la atención de las personas en situación de exclusión residencial. Para ello, realizan cinco propuestas. En primer lugar, consideran fundamental crear recursos residenciales más adecuados que vayan más allá de la respuesta de emergencia en centros colectivos. “Esta medida solo perpetúa el sinhogarismo sin ofrecer soluciones a largo plazo”, ha señalado Marcos Montoya.
Asimismo, la entidad solicita que se garantice el acceso de las personas sin hogar a sistemas de protección como el empleo, la salud y la garantía de ingresos, además de facilitar la regularización administrativa de las personas migrantes. Por otro lado, señalan necesario desplegar nuevos recursos específicos para mujeres sin hogar, jóvenes, personas con discapacidad o con enfermedades mentales; así como desarrollar una asignación presupuestaria anual destinada a la construcción y adquisición de viviendas de alquiler social.
Por último, Cáritas La Rioja solicita el fomento de políticas preventivas. “Para que el fenómeno del sinhogarismo se reduzca es imprescindible potenciar la vivienda protegida y asequible para el conjunto de la población y, especialmente, de vivienda social para las personas en situación de pobreza y/o exclusión social”, ha destacado Marcos Montoya.
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