La Habana ha sido el lugar escogido para celebrar, desde el pasado domingo 13 de diciembre, la VIII Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), donde se han reunido los presidentes de los Estados miembros de esta organización regional.
Allí los mandatarios de Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Dominica, Antigua y Barbuda, y San Vicente y Granadinas, han expresado su rechazo a las críticas de la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, contra el acercamiento entre Irán y algunos países latinoamericanos.
“Los países de la Alianza Bolivariana, rechazaron enérgicamente las amenazas formuladas el 11 de diciembre por la secretaria de Estados Unidos y reafirmaron el derecho de los países de América Latina y el Caribe en ejercicio de su autodeterminación a darse el sistema político, económico y social decidido por sus pueblos”, anunció el presidente venezolano, Hugo Chávez.
Hace unos días, la secretaria de Estado estadounidense había calificado como “una mala idea” el hecho de que Irán tuviera interés en promocionar sus relaciones con países sudamericanos,
entre los que citó Bolivia y Venezuela. “Si la gente quiere flirtear con Irán, debería considerar las consecuencias que podría tener para ellos y esperamos que se lo piensen dos veces. Nosotros les apoyaremos si lo hacen”, advirtió la jefa de la diplomacia estadounidense.
Los países miembros del ALBA también criticaron las aspiraciones de Estados Unidos de inmiscuirse en los asuntos internos de los países de la región al reafirmar que “la política exterior es un derecho soberano”.
El presidente de Venezuela también insistió en que los líderes regionales han rechazado el acuerdo militar suscrito entre Colombia y Estados Unidos en virtud del cual el Ejército estadounidense podrá desplegar 800 soldados y 600 contratistas en hasta siete bases colombianas.
Chávez precisó que “Venezuela hizo, hicimos, como siempre lo hacemos, una exposición más detallada de las amenazas” que implica a su juicio el acuerdo, por el que considera que a Venezuela “la están cercando”, dijo, “ahora a toda Colombia la están convirtiendo en una base militar”.
Según el mandatario venezolano, los mandatarios del ALBA analizaron la “amenaza militar del imperio” y su empeño por frenar a los gobiernos progresistas en la región. “Van a tratar de frenar la ALBA, detener el despertar de la constituyente, lo que en Venezuela hemos llamado el constitucionalismo popular”, advirtió Chávez.
En cuanto a Honduras, los líderes del ALBA convergieron en la necesidad de no reconocer las elecciones generales del pasado 29 de noviembre. “El golpe militar en Honduras, perpetrado con el apoyo de los Estados Unidos, ha tenido como propósito frenar el avance de las fuerzas del progreso y de la justicia social en ese país y en la región América Latina y el Caribe, y que constituye un ejemplo manifiesto de que las nociones de democracia, derechos humanos y respeto a la ley tienen para algunos gobiernos y sectores políticos de la región un valor llanamente utilitario”.