'Construyendo a Verónica', finalista a los Max 2007

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La obra de teatro finalista a los premios Max 2007 'Construyendo a Verónica' crea un diálogo con el público sobre la aparición de una mujer muerta y desnuda en la playa. La compañía Bramant lleva al Círculo de Bellas Artes esta obra coral en la que participan doce actores, del 1 al 3 de noviembre. 'Construyendo a Verónica' es una obra que surge a raíz de una noticia encontrada en un periódico, que informaba sobre la aparición del cadáver de una mujer, con una cicatriz en el abdomen, en la playa. A partir de ahí, un total de dieciocho autores teatrales escribieron unos monólogos de ocho minutos cada uno, en el que la mujer, Verónica, era la protagonista. Sin embargo, también era la “excusa” para que cada uno de los personajes contase su historia, indicó el director artístico Jerónimo Cornelles.

“El espectador decide por dónde va la historia”, señaló Cornelles al explicar que dos grupos de seis actores cada uno, gris y rojo, harán dos recorridos que se centrarán en dos elementos fundamentales del suceso: la playa y la cicatriz, respectivamente. Estos, se sentarán con el público y crearán una atmósfera muy íntima dónde “actor y espectador pueden hasta tocarse”, indicó la actriz Marina Cerisuelo.

PERSONAJES VARIOPINTOS

Aunque en un principio la obra cuenta con 18 actores y tres recorridos, la compañía ha preferido, en esta ocasión, suprimir el itinerario azul centrado en una nota que portaba Verónica cuando fue encontrada y centrarse en el rojo y el gris porque son “los que tienen mejor acogida”, dijo Cornelles.

Los doce personajes que protagonizan la obra son “personas comunes que creen conocer a Verónica”, comentó el director artístico, quien además destacó que los papeles que interpretan van desde una enferma psiquiátrica que observaba a la mujer desde la ventana, hasta un hombre que paseaba por la playa.

MULTIDISCIPLINAR

Cornelles explicó que desde el comienzo quiso agrupar varias disciplinas dentro de la misma obra de teatro. En concreto, se ha creado una banda sonora “contemporánea que sirva para escucharse como si se estuviese en una cafetería”. Además, en un momento de la obra suena una melodía, que la cantante de jazz Celia Mur ha compuesto.

Sobre las tablas, se sitúan las mesas que estarán decoradas de los colores del recorrido que les ocupe: gris y rojo. Los actores irán pasando de una mesa a otra, donde los espectadores esperarán para disfrutar de cada uno de los monólogos del trayecto que hayan elegido. El vestuario de los actores será “de calle”, pero contará con “algún detalle” que indique a que recorrido pertenece, dijo la actriz.