Los centros educativos riojanos caminan hacia la sostenibilidad y así lo ha reconocido esta mañana la presidenta del Gobierno de La Rioja, Concha Andreu, en el acto de entrega de banderas CEHS que refleja la labor de docentes y alumnos que participan en el programa de educación ambiental ‘Centros Educativos Hacia la Sostenibilidad’.
En el acto, también han participado los consejeros de Sostenibilidad y Transición Ecológica, Álex Dorado, y Educación, Cultura, Deporte y Juventud, Pedro Uruñuela, así como el director general de Biodiversidad, José Luis Rubio, y el director general de Innovación Educativa, Alberto Abad.
La presidenta ha entregado a representantes del CEIP San Prudencio de Albelda de Iregua, el CEIP San Lorenzo de Ezcaray, por primera vez; y ha renovado en el IES Batalla de Clavijo y el CEIP Varia de Logroño, el certificado que les acredita como ‘Centros Educativos Hacia la Sostenibilidad’ (CEHS) y la bandera que, a partir de ahora, exhibirán los centros en sus fachadas que les posicionarán como colegios comprometidos con el medio ambiente.
Esta bandera reconoce la participación de los centros en el programa de educación ambiental del Gobierno de La Rioja y uno de los Proyectos de Innovación Educativa que ofrece el sistema educativo riojano, a través del cual se trabaja para inculcar valores sostenibles y promover una actitud responsable desde edades tempranas.
A este respecto, Andreu ha destacado la importancia de sensibilizarnos con el reto ecológico al que nos enfrentamos y, para ello, ha advertido que “la diferencia temporal entre nuestras acciones sobre el planeta y los efectos nocivos que generan dificultan que las personas tomemos conciencia de la verdadera magnitud del problema y del verdadero riesgo de no afrontar, desde ya, el reto de avanzar en un modelo sostenible de desarrollo económico y social”.
Además, ha añadido: “Para asegurar que, en el futuro, dejemos en herencia a nuestros bisnietos un sistema económico sostenible, una sociedad cohesionada y equitativa, y un planeta habitable, es imprescindible que empecemos desde ya, y que empecemos por lo más importante: la educación de nuestros hijos”.
De esta forma, la presidenta del Gobierno de La Rioja ha subrayado que “el conocimiento y la educación son factores clave para asegurar un desarrollo económico y social sostenido, inclusivo y equitativo, y para avanzar en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.
La educación para el desarrollo sostenible consiste no solo en transmitir conocimiento sino en educar para generar la necesaria transformación social y, en este sentido, “existe la necesidad de que los centros educativos se conviertan en entornos dinamizadores donde la educación para la sostenibilidad impregne todo el aprendizaje”, ha afirmado. Así, Andreu ha enfatizado: “Los centros deben también transformarse en espacios de custodia y cuidado del medio ambiente, promocionando la cultura de la cooperación social, el consumo responsable y la reutilización”.
Asimismo, la presidenta del Gobierno de La Rioja ha declarado que “todos y todas, con nuestras acciones, la mayor parte de las veces de manera inconsciente, estamos contribuyendo a fomentar las causas de esta emergencia climática. Por eso, la solución tendrá que venir necesariamente desde nuestra acción individual, pero también desde nuestra acción comunitaria”. En ese contexto, ha remarcado, “la escuela desempeña un papel clave”.
Centros con bandera
Durante el acto han participado representantes de profesores y alumnos de los centros escolares, el equipo de educadores ambientales que desarrolla el proyecto, así como los responsables de las consejerías que gestionan el programa CEHS.
De forma común, los centros que este año han obtenido la bandera Centro Educativo Hacia la Sostenibilidad han destacado por su implicación, no solo en la transformación de sus centros, sino más allá, fuera de ellos, con acciones que han repercutido en sus municipios y barrios. En el caso del IES Batalla de Clavijo, en el parque del Ebro y los parques próximos; en el CEIP Varia en su barrio y en el parque del Iregua; en el CEIP San Prudencio por su labor en la retirada de basura del río Iregua, y en el CEIP San Lorenzo por la sensibilización de los visitantes de Ezcaray y las alternativas dirigidas al turismo del municipio ante el cambio climático.
Además, de forma específica, el IES Batalla de Clavijo ha sobresalido por la forma de integrar la sostenibilidad como elemento de motivación para alumnos en riesgo de exclusión. Por su parte, el CEIP Varia ha destacado por la participación en la toma de decisiones y procesos de todos los alumnos, desde Educación Infantil a todos los niveles de Primaria.
Y, por último, en el caso de los CEIP San Prudencio y San Lorenzo han propiciado un hermanamiento de ambos centros desde el comienzo del proyecto que, hasta el inicio de la pandemia, les llevó a compartir el trabajo hacia la sostenibilidad creando un vínculo especial entre los alumnos y docentes de Albelda y Ezcaray.
Un impulso para la educación ambiental
‘Centros Educativos Hacia la Sostenibilidad’ es una red integrada por el conjunto de colegios riojanos que están desarrollando el proyecto CEHS, que arrancó en el curso 2012/2013 impulsado por las Consejerías de Sostenibilidad y Transición Ecológica, y Educación, Cultura, Deporte y Juventud. Se trata de un proyecto pensado para aquellos centros que desean trabajar en torno a un proyecto global que implique integrar la educación ambiental como parte de su vida cotidiana y que quieran hacer de la búsqueda de la sostenibilidad su seña de identidad.
El proyecto pretende promover procesos de aprendizaje colaborativo que capaciten a la comunidad escolar, en especial al alumnado, a entender retos, asumir responsabilidades, tomar decisiones y ejecutar acciones para construir un centro educativo y una sociedad más sostenible. Actualmente forman parte de la red un total de 27 centros educativos de La Rioja, casi una cuarta parte de los centros de Infantil, Primaria, Secundaria, Bachiller y FP, 437 docentes y más de 15.800 alumnos. Estas cifras reflejan la buena acogida del proyecto entre la comunidad educativa que crecen, cada año, gracias a la incorporación de un máximo de seis nuevos centros.
La principal seña de identidad del proyecto es el protagonismo especial que se le da al alumnado, que participa desde el principio en el análisis del estado ambiental del centro, en la decisión de las áreas prioritarias de mejora y también en el diseño y ejecución del plan de acción para construir un centro educativo y una sociedad más sostenible. La otra pieza clave es el profesorado, que durante el proyecto recibe la formación y las herramientas necesarias para el desarrollo de las ecoauditorías. Durante todo el proceso, alumnos y profesores cuentan con el apoyo de una Asesoría Permanente de Educación Ambiental.
En esencia el proyecto es una ecoauditoría escolar participativa por periodos de tres años renovables. El primer año el centro educativo realiza un prediagnóstico, un chequeo de su estado ambiental en ocho ámbitos: residuos, agua, energía, convivencia, alimentación, entorno natural (patio), movilidad y ruido. El segundo año se hace un diagnóstico participativo, en el que se identifican los puntos concretos de actuación. Para ello se analiza, cuantifica, investiga y reflexiona sobre los problemas ambientales del centro. Para acabar, durante el tercer año se elabora un plan de acción que ayuda a los alumnos a proponer, organizar, ejecutar y evaluar aquellas acciones que van a hacer al centro más sostenible.