Muchos riojanos han pasado la mitad de las vacaciones de Navidad luchando contra la pasión y obsesión de sus hijos por estar permanentemente conectados a los diferentes aparatos que nosotros mismos les han regalado. Han sido tres semanas de enfrentamientos y enfados entre padres e hijos.
Esta actitud ante el tiempo libre hay que evitar que se traslade a la escuela. Llega el momento de volver a clase y hacerlo adecuadamente para impedir un susto en las notas de la segunda evaluación para reducir la tasa de fracaso escolar; que en La Rioja es del 30,4% frente al 31 por ciento de la media nacional. Son datos de 2007 que se refieren a población de entre 18 y 24 años que no ha completado la ESO y no sigue ningún tipo de educación formación.
Según Juan Romero, portavoz de Adicciones Digitales, “ha sido una dura lucha porque ellos aprovechaban cualquier instante para coger uno de esos aparatitos. Da igual que fuera nada más levantarse que a la hora de comer, cuando volvían de las actividades que les hemos programado o cuando se iban a ir a la cama. Siempre estaban dispuestos a digitalizarse un poco más y estudiar o coger un libro un poco menos”.
Adicciones Digitales es una organización que imparte charlas y conferenciasen colegios y centros sociales de toda España dirigidas a adolescentes y jóvenes, padres, profesores y profesionales en general, para mostrarles cómo hacer un uso saludable de la tecnología.
Romero señala que, “incluso al ir al baño tardaban más de lo normal, y eso es porque se habían metido la Game boy y estaban jugando allí”. Muchos padres han tenido que insistir, enfadarse seriamente y amenazar con tirar alguno de esos aparatos a la basura para que dejasen de jugar e hiciesen otras cosas. “Porque lo que no se les ha ocurrido ni por asomo, ha sido coger un libro o ver una película en el DVD en inglés para practicar un poco”.
El problema llega ahora porque han perdido el hábito de estudio. Disponen de demasiada tecnología, porque hay que tener en cuenta que la tasa de penetración del ordenador en los hogares riojanos es del 63,3 por ciento, la misma cifra de la media nacional, según los datos facilitados en el segundo trimestre de 2009 por el Ministerio de Industria. Y en cuanto al porcentaje de hogares con banda ancha asciende al 45,1 por ciento, mientras la media española se sitúa en el 44,6 por ciento.
Ahora, cuando han vuelto a las clases, los chavales tienen que empezar a coger otra vez el ritmo de lectura y estudio, y les va a costar trabajo si se han pasado las vacaciones haciendo el vago o conectados al mundo digital.
El mal ya está hecho, pero tiene solución. Ahora es el momento de poner en casa algunas normas que se van a tener que respetar durante todo el resto del curso. “La Play, Wii y demás aparatos solo se usarán los fines de semana un rato. El ordenador, cuando es para trabajos del colegio, se utilizará todo el tiempo que sea necesario pero con la supervisión paterna o de los hermanos mayores”, señala Romero. Hay otras normas que siguen algunos padres como impedir que sus hijos lleven el móvil al colegio, algo difícil de conseguir porque siempre se salen con la suya, con la excusa de que quizá tengan que localizar a sus padres para algo urgente.
Otra de las recomendaciones de Adicciones Digitales es que el Messenger, Tuenti y Facebook se utilizan un rato, no todos los días, y con control paterno para que no pierdan el tiempo en horas de estudio. No pueden tener el ordenador encendido si no lo están utilizando, porque se distraerán cada dos minutos.
Al final se trata simplemente de que se reincorporen al curso y lleven un ritmo adecuado. A quienes han estudiado algo estas vacaciones les resultará mucho más sencillo que a los que no han dado un palo al agua.
“Estos consejos, bastante fáciles de seguir, pueden evitar, en parte que cuando lleguen las notas de la segunda evaluación nos den un disgusto. Se trata de que acaben el curso con unos resultados que no lograrán si se pasan el día enganchados a todos estos aparatos”, concluye Romero.