Un total de 133.068 personas con Grado 1 nivel 2, los llamados dependientes 'moderados', entrarán a formar parte del Sistema de Atención a la Dependencia (SAAD) a partir del este sábado, según el calendario de aplicación de la Ley para la Autonomía Personal y Atención a las Personas en situación de dependencia, que entró en vigor hace cuatro años.
Según los últimos datos del Imserso, a 1 de diciembre de 2010, ya hay 888.962 personas con derecho a prestación o servicio, de las que 234.463 (26,3%) están a la espera de recibirlo porque aún no se les ha aprobado un Programa Individual de Atención (PIA).
El hecho de que se vayan a incorporar más personas al sistema de dependencia “preocupa” a la Asociación de Gerentes y Directores de Servicios Sociales, ya que las personas dependientes con el derecho reconocido van a alcanzar la cifra de 1.022.030, según ha indicado a Europa Press el presidente de esta entidad, José Manuel Ramírez.
Desde esta asociación explican que 2010 ha sido un 'año valle' porque no se han incorporado al sistema nuevos grados y niveles, por lo que, según Ramírez, “cabía esperar que hubiera sido la oportunidad para reducir este 'limbo', lo que no ha ocurrido”.
Así, alertan de que cuando se incorporen al sistema los dependientes moderados, el número de personas con derecho que estarán pendientes de recibir la correspondiente prestación o servicio ('limbo de la dependencia') será “mucho más elevado todavía, superando ampliamente el cuarto de millón de personas”.
“Esto es algo muy preocupante porque que muchas de estas personas, por su edad o circunstancias, tienen una esperanza de vida que hará irrecuperable el tiempo en el que está retrasándose la percepción del servicio o prestación al que tienen derecho”, apostillan.
Según los datos del Imserso, Canarias, con un 60 por ciento de las personas con derecho reconocido que no tienen aún aprobado el correspondiente servicio o prestación económica, y la Comunidad Valenciana, con un 42 por ciento, son las comunidades donde “más preocupante” es esta situación, mientras que en Navarra, con sólo un 11 por ciento, es donde menor es este 'limbo de la dependencia'.