El sábado veintiocho de noviembre se cerró el III Ciclo Otoño Cultural Taurino de la Peña “El Quite” en el Centro Cultural de Ibercaja con un cartel de lujo a cargo de un torero y doctor en historia, D. Ángel Pascual Mezquita.
Nació en Baracaldo (Vizcaya), el veinte de abril del cuarenta y ocho pero desde muy joven se fue a vivir a Zamora donde ya tenía el gusanillo de la tauromaquia en el cuerpo y siendo uno de los impulsores para que D. Manuel Martínez Molinero creara la Escuela Taurina de Zamora. Aunque se fue curtiendo, como en antaño, en distintos tentaderos y haciendo la tapia, recorriendo infinidad de pueblos y ganaderías, para dar un pase si tenía suerte de que se fijaran en uno. Con el paso del tiempo fue entrando en novilladas hasta que después de recorrer un difícil camino recibe la alternativa en Valladolid el uno de junio de mil novecientos setenta y dos de manos de Curro Rivera y Manzanares de testigo con reses de D. Pío Tabernero y ha compartido carteles con figuras como Julio Robles, “El Capea”, “El Puno” o el mismo “Antoñete”.
Ángel sabe lo que es triunfar y salir por las puertas grandes pero por desgracia la otra cara de los toros y sus astas dentro de sí, entre otras cosas ya que también conoce la teoría de lo que es la raza y la casta del toro.
Con el paso del tiempo realiza su último paseíllo en Colliure (Francia) el dieciséis de agosto del noventa y tres, después al tener buena relación con Manolo Morilla y “Jesulín” comienza a estar como director de lidia en festejos menores en Tamames, Benavente y un sin fin de localidades.
Como sobresaliente acompaña a maestros en sus hazañas de estoquear en solitario, Joselito, “Jesulin”, “El Juli” y varios más, así hasta que en la temporada del dos mil tres cuelga su traje de luces aunque nunca su maestría.
Con su inquietud se matriculó ese mismo año en la Universidad de Salamanca y con su afán de superación consigue doctorarse en historia, todo un profesor en el arte de la oratoria y la tauromaquia. ¡Torero!. Nos demostró con sus tesis la verdad de la corrida de toros que esencialmente se define en la raza de los toros, sin ella no hay fundamento.
Nos acompañó en la conferencia el diestro riojano Diego Urdilales, otro ejemplo de superación y perseverancia, a quien se le hizo entrega del trofeo que otorga esta entidad por unas ajustadas chicuelinas al toro “Chicharro”, negro, bragado, meano, corrido de 546 kg de la ganadería de (Torrealta) que se jugó en cuarto lugar el 24 de septiembre del 2009 en La Ribera.
Poniendo su presidente D. Alejandro Lerena un broche de oro al cierre de las conferencias que ha organizado La Peña Taurina Cultural “El Quite”.