El tribunal de la Audiencia Nacional que juzga el secuestro del atunero vasco Alakrana, que fue capturado el 2 de octubre de 2009 frente a las costas de Somalia y permaneció apresado durante 47 días, interrogará a partir de este jueves a los dos acusados, los presuntos piratas somalíes Cabdullahi Cabduwily, alias Abdu Willy, y Raageggesey Hassan Aji, informaron fuentes jurídicas. Tras estos interrogatorios, comparecerán otros cuatro tripulantes de la embarcación.
La vista oral comenzará formalmente después de que el pasado viernes el tribunal practicara como prueba anticipada la declaración como testigo del engrasador Gaizka Iturbe, quien relató el sufrimiento que padecieron los 36 marineros durante su cautiverio e identificó a los dos acusados como miembros del grupo de secuestradores.
Los dos somalíes, que siguieron la declaración del primer testigo con semblante tranquilo, se enfrentan a 220 años de cárcel por 36 delitos de detención ilegal (6 años por cada uno de los marineros) y robo con violencia y uso de armas, que está tipificado con 4 años más. Las acusaciones particulares de cuatro marineros les acusan, además, de un delito de asociación ilícita.
“Miedo insuperable”
Su abogado defensor, Andrea Chalaris, pidió el pasado viernes “disculpas” a los marineros, en nombre de sus clientes, por el tratamiento que habían sufrido, y dirigió sus preguntas a tratar de demostrar que sus defendidos formaban parte de un grupo “especialmente peligroso” que “en cierta medida” sustituía al poder estatal y amenazaba con “severos castigos” a los somalíes que no obedecieran sus mandatos, tal y como consta en su escrito de defensa.
Chalaris, que también reclama la desclasificación de los informes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) relativos al pago de un supuesto rescate, defiende que los somalíes no iban armados en el momento en que fueron capturados y reclama que se les aplique la eximente de “miedo insuperable”.
Las acusaciones particulares, por su parte, sostienen que los dos acusados formaban parte de un grupo perfectamente organizada y que tenía vínculos con grupos islamistas relacionados con Osama Ben Laden, lo que abriría la puerta a que pudieran percibir indemnizaciones como víctimas de actos terroristas.
En su escrito provisional de acusación, el fiscal Jesús Alonso mantiene que el Alakrana fue secuestrado “mediante el uso de la fuerza y la intimidación por parte de un grupo muy numeroso de personas procedentes de la costa de Somalia” con la intención de obtener un rescate del armador del barco a cambio de la liberación de los pescadores. Tanto Abdu Willy como Raageggesey Hassan Aji formaban parte del grupo de asaltantes y fueron detenidos por efectivos de la Fuerza de Actuación Atalanta cuando abandonaban el atunero en un esquife.