Una vez más, los cooperantes y trabajadores humanitarios se convierten en Darfur en víctimas de secuestros. En esta ocasión, dos miembros civiles de Naciones Unidas han sido secuestrados el pasado sábado mientras estaban en su residencia en Zalingei, en el oeste de Darfur, por un grupo de desconocidos.
El representante especial de la Naciones Unidas y la Unión Africana para la región sudanesa de Darfur, Rodolphe Adada, ha exigido la liberación “inmediata e incondicional” de los dos trabajadores civiles de Naciones Unidas secuestrados.
Además, la misión de Naciones Unidas ha informado sobre el secuestro a las autoridades sudanesas, a quienes recuerda que la seguridad de los trabajadores internacionales es responsabilidad del gobierno de Sudán.
El representante Adada urgió a los secuestradores a garantizar la integridad de los servidores internacionales cautivos. Los rehenes, un hombre y una mujer, forman parte de la Misión Conjunta de la ONU y la Unión Africana para Darfur (UNAMID).
Según las informaciones preliminares, fueron secuestrados a punta de pistola por cuatro o cinco sujetos no identificados cuando se encontraban en su residencia en Zalingei, en el oeste de Darfur.
La UNAMID indicó una vez más que su presencia en Darfur tiene el objetivo de asistir en el restablecimiento de la paz y la estabilidad en la región y afirmó que los ataques a su personal pueden tener implicaciones negativas para el proceso de paz.