Desde Ecologistas en Acción de La Rioja se va a solicitar al Gobierno de La Rioja y al Ayuntamiento de Calahorra que se supervise y abra una investigación sobre la autorización que ambas instituciones dieron en el año 2015 a la instalación de un parque temático infantil a menos de 300 metros de una industria química altamente peligrosa, que en la última década ha sido objeto de varios expedientes sancionadores, protagonizando varios episodios contra la seguridad medioambiental, y al menos dos incendios dentro de la planta, el último de ellos con dos personas fallecidas.
Explican que si la explosión del pasado día 26 se llega a producirse junto a los tanques de Metanol ( con más de 1800 m3) o de Metilato ( con más de 400 m3) , y no junto al de aceite como así sucedió, dicha explosión hubiese generado una onda expansiva descomunal e instantánea, destruyéndolo todo en un radio de al menos un kilómetro a la redonda de la propia planta.
Aseguran que esa onda hubiera arrasado por completo el parque Tierra Rapaz, (ubicado en la parcela 97 del polígono 15 de Calahorra) exactamente a 287 metros lineales de la parcela ( 268 del polígono 16 de Calahorra) en la que se aloja la Biodiesel , provocando una tragedia de dimensiones incalculables, ya que en esos momentos dentro del propio parque se encontraban 250 menores ( de Zaragoza y La Rioja) de entre 5 y 10 años de edad, que tuvieron que ser evacuados por la Guardia Civil por orden del SOS RIOJA.
“Esta es una circunstancia que no puede ser pasada por alto, no se trata de una anécdota sin más y pudo convertirse en una tragedia dantesca, y las administraciones no pueden mirar para otro lado, ya que del mismo modo que en los últimos 6 años se han producido dos incendios en la Biodiésel de Calahorra, nada impide que un tercer incendio pueda suceder, causando daños irreparables”, explican.
Por todo ello, Ecologistas en Acción de La Rioja solicitará por registro ante el Gobierno de La Rioja y el Ayuntamiento de Calahorra la apertura de expedientes informativos para el cierre inmediato de la planta de Biodiesel, o en su defecto el traslado del parque Tierra Rapaz a otro emplazamiento alejado a más de 2 km de esta peligrosa planta química.
Porque “en ningún caso y bajo ninguna circunstancia la administración puede consentir que en un espacio de 300 m lineales convivan ambas actividades que son evidentemente incompatibles”.