El Gobierno estadounidense negó este domingo toda relación con el atentado suicida que esta mañana se ha cobrado la vida de 31 personas, entre ellas seis altos jefes de las Guardias Revolucionarias de Irán, en la región fronteriza iraní de Pishir (provincia suroriental de Sistán y Baluchistán).
“Condenamos este acto de terrorismo y lamentamos la pérdida de vidas inocentes. Los informes de la presunta implicación de Estados Unidos son absolutamente falsos”, declaró el portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Ian Kelly.
Previamente, la Guardias Revolucionarias habían responsabilizado del atentado, finalmente asumido por el grupo guerrillero suní Jundalá, a “elementos extranjeros” relacionados con Estados Unidos y Reino Unido.