El Regal FC Barcelona consiguió una importante victoria (96-82) que le permite empezar bien la serie de semifinal contra Unicaja de Málaga, un equipo que demostró su mejoría y llegó a dominar el partido pero que, al final, sucumbió ante la magia y entrega de un Barcelona liderado por Mickeal, Morris y Navarro.
Estos tres jugadores, relevándose entre sí, llevaron las manijas del partido cuando éste se puso feo, básicamente en la primera parte. En la segunda, aumentaron el ritmo y dieron el vuelco necesario para mantener invicto al Palau Blaugrana en ACB y afrontar el segundo encuentro con la victoria en el bolsillo. Se pasó de un mal primer tiempo con demasiados errores a un segundo en el que el 'Euro Barça' brilló.
Eso sí, Unicaja fue el dominador de la primera parte, con sólo algunas pequeñas fases de control blaugrana. Con los dos primeros cuartos en el bolsillo, los de Aíto García Reneses pusieron en alerta al Barcelona y provocaran que saltara la alarma en el Palau, que vio cerca la primera derrota en Liga. Sin acierto en ataque y sin su característica defensa, los blaugrana lo llegaron a pasar muy mal.
Tras el 2-0 inicial, Unicaja cogió la iniciativa corriendo al contraataque y sin alargar sus posesiones. No era lo esperado, y quizá por ello funcionó. Tiros bien lanzados auparon a Unicaja a la primera diferencia (2-6), salvada por un Pete Mickeal que estuvo genial en todo el partido con un espíritu que se contagió a sus compañeros.
Se mantuvo arriba el Barcelona hasta que los malagueños imitaron a Pascual en el uso de una defensa en zona 2-3, justo cuando estaban ya lejos en el marcador (21-13). Este cambio, junto a la entrada del norteamericano procedente de la D-League Zabian Dowdell, dieron un nuevo giro al partido y a falta de un minuto para el final de un primer cuarto que se alargó por hasta tres tiempos muertos, llegó la segunda ventaja visitante. Dowdell, sobre la bocina, cerró un parcial de 0-11 en el que Unicaja jugó, quizá, sus mejores minutos de la temporada.
Con muy poco acierto en el Barcelona, casi nulo desde el triple, los de Aíto vieron la luz y se ciñeron al sistema que tan bien les iba. Neal, en su regreso al Palau, demostró que su estancia en Barcelona no fue afortunada pero que, calidad, tiene. Mickeal, el salvador blaugrana hoy, y ayudado por el Navarro de las grandes citas, mantuvieron el marcador apretado -favorable a Unicaja-- hasta el descanso, al que se llegó 44-48 gracias a otro buen parcial final para Unicaja.
CAMBIO DE CHIP EN EL BARÇA Y DESPEGUE
Pascual tuvo una buena charla con sus hombres en el vestuario, ya que de lo contrario no se entiende la reacción tras el descanso. En los primeros 20 minutos, el Barça estuvo mal en el cierre del rebote, lo que permitió muchas segundas opciones para Unicaja. Además, los blaugrana no encontraban ideas en ataque con la facilidad que acostumbran a hacerlo.
Sin embargo, para no quedar mal en las comparaciones entre norteamericanos, Morris se sumó a la fiesta particular del 'pescador' y entre ambos dieron un vuelco al marcador que Navarro apostilló a base de triples y 'bombas'. Un parcial de 5-0 para Morris puso por delante al Barcelona, a falta de 8 minutos para acabar el tercer periodo, y ya no soltaron la ventaja.
Subió la intensidad defensiva el Barcelona, recuperando su estilo, el que le ha llevado a ganar este año Copa del Rey y Euroliga, y con él se pusieron ocho arriba (60-52) tirados por un Juan Carlos Navarro muy enchufado tras el descanso. Si en la primera parte no salieron las cosas, en la segunda a los catalanes les salió bien todo, con más de una jugada de 2+1 incluida.
Cómodos atrás, poniendo manos donde antes había espacios, cogiendo rebotes que antes capturaban los malagueños, el Barça no tuvo reparos en dejar salir de la jaula al espectáculo. La mejor versión de Ricky y Morris, que volvió a su época en el Maccabi, provocaron el delirio en un Palau que dejó de sufrir. Y eso que Unicaja no bajó los brazos.
35 puntos en un cuarto son muchos, y el mejor Unicaja de la temporada no les pudo hacer frente. Sin embargo, recortando poco a poco, se pusieron a cinco puntos (83-78) a falta de 5:34 para el final. Pascual reaccionó con un toque de atención a los suyos, que volvieron a coger una buena renta (90-80), siendo Morris el artífice de ello en ambas canastas, que acabó en una aparente plácida victoria.