El brasileño César Cielo se proclamó campeón del mundo de los 50 metros mariposa en Shanghái 2011, por delante del australiano Matthew Targett.
Cielo se ha visto envuelto en los últimos meses en un caso de dopaje después de dar positivo por “furosémida”, un diurético, el pasado mayo en Río de Janeiro.
La Confederación Brasileña de Deportes Acuáticos le castigó con una amonestación y la Federación Internacional de Natación (FINA) apeló la decisión y solicitó al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) una sanción de tres meses de suspensión que le hubiera dejado sin competir en China.
La semana pasada, el TAS desestimó el recurso contra Cielo y otros dos brasileños, Nicolas Dos Santos y Henrique Barbosa, y estimó el de Vinicius Waked, por reincidente y le castigó un año sin competir.
Todo esto y la presión de la prueba hizo que el sudamericano, al igual que le ocurrió en los Juegos Olímpicos de Pekín cuando se convirtió en el primer brasileño en ganar un oro olímpico en natación, rompiera a llorar sobre el podio al oír el himno de su país.
Antes, al salir de la piscina, tuvo que escuchar silbidos procedentes de las gradas donde se sitúan los nadadores que no compiten.
Tercero fue otro australiano, Geoff Huegill
, con 23.35 por los 23.30 del sudamericano y los 23.28 de su compatriota.
El brasileño revalidó su título de Roma 2009, pero tuvo que pelear hasta el final con los dos australianos y con el francés Florent Manaudou, que encabezó la final de salida tras tener el mejor tiempo de reacción, 0.63, desde el podio.
Cielo, de 24 años, fue el segundo más rápido en ese momento, con 0.66, el mismo tiempo que Huegill, el ucraniano Andryi Govorov y el alemán Steffen Deibler.