Después de los últimos incidentes registrados en la zona esta medida es casi imprescindible. Por eso las ministras de Defensa y de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Carme Chacón y Elena Espinosa aseguran que el patrullero, que realizará labores de vigilancia y de gestión de información, llegará a la zona este fin de semana.
La operación, en la que participarán 90 efectivos entre tripulantes y personal de apoyo, tendrá una duración inicial de tres meses, aunque será ampliable en función de las decisiones que se adopten a nivel internacional.
“Queremos que este avión sea un auténtico núcleo que dote de una red de información sobre los movimientos de los piratas en esas aguas tanto a los buques pesqueros y mercantes, como a los que están trasladando ayuda del programa mundial de alimentos”, remarcó Chacón, quien explicó que el avión facilitará datos a la cédula creada en la Unión Europea para mejorar la coordinación y la efectividad de todos los medios militares presentes en la zona.
El Ministerio de Defensa, que se encuentra en conversaciones con el Gobierno francés para operar desde la base de Yibuti, ha optado por el envío de un avión porque la zona tiene una extensión de unas 3.200 millas marítimas y una fragata necesitaría hasta cinco días para recorrerla de Norte a Sur.
Además Chacón repasó las actuaciones desarrolladas a nivel internacional ante el “rápido deterioro” que la seguridad ha sufrido en las costas somalíes, incidió en que el Gobierno seguirá trabajando “intensamente” tanto en Naciones Unidas como en la UE para “buscar una solución global a este problema y dotar de seguridad a lo que se considera en Derecho Internacional un mar fallido”.
Por su parte, Espinosa aseveró que la prohibición expresa que tienen los barcos pesqueros de operar en aguas de Somalia se seguirá manteniendo y agregó que “otra cosa es dar seguridad en aguas internacionales y pesquerías autorizadas por organizaciones internacionales”. Según precisó, actualmente hay 17 buques en la zona, de los 30 autorizados para operar.