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El Haro se exprime en la prórroga; la SDL y el Calahorra dicen adiós

Rioja2

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SD Logroñés 1 (2) - Palencia 3 (3)

El peor momento. La SD Logroñés eligió mal cuando hacer su peor partido de la temporada. Inseguro en defensa e impotente en ataque, parecía mentira que los logroñeses hubieran ganado 0-1 al Palencia hace siete días. Incomprensible. Los palentinos, valientes, sabían lo que tenían que hacer. Creyeron en sus posibilidades y se aprovecharon de las dudas defensivas de una SDL falta de contundencia en esa parcela. Demasiada ventaja para Xavi Moré, Rodri o Diego Torres.

Ya en el arranque las aproximaciones eran visitantes: remate de cabeza de Rodri; larguero de Xavi Moré, tras tocar en Laencina; mano a mano de Rodri tras error de Diego. Tanto va el cántaro a la fuente, que al final se rompe. Xavi Moré encontró el camino, chutó y el rechace que dejó Jordan lo recogió Rodri para empatar la eliminatoria. Veinte minutos en los que la SDL estaba desconectada. El Palencia bajó los decibilios, enfrió el ritmo y marcaba el segundo de falta que ejecutó Chuchi y que peinó Pelayo, al menos molestó lo suficiente para despistar a Jordan. Media hora y la SDL estaba grogui.

Con corazón, pero sin precisión y sin que sus hombres más ofensivos entraran en contacto con el balón el Palencia aprovechaba los espacios y los fallos defensivos de los locales para podeer aumentar la cuenta. Menos mal que Ledo se cruzaba justo cuando Rodri iba a asistir a Xavi Moré. Raúl Llona hacía dos cambios en el descanso y surtieron efecto. Marcos Fernández fue un puñal por su costado diestro y suyo fue un remate de cabeza que atajó Carmona. Acto seguido Charli le trababa dentro del área para que Laencina, desde el punto de penalti, hiciera creer a los suyos.

Resultó un espejismo cuando Xavi Moré, entre quiebro y quiebro, se escoraba a la izquierda y batía por bajo a Jordan pasada la hora de encuentro. Una acción que pudo costarle cara a la SDL, ya que Diego pudo haber visto una cartulina que le hubiera provocado la expulsión, pero la continuidad de la jugada provocó el 1-3. Un marcador difícil de remontar. Sobre todo con la versión de la SDL que estaba en Las Gaunas. Apresurada, sin ideas, sin velocidad, cargada de imprecisiones y conducciones que generaban pérdidas de balón. El Palencia estaba cómodo sobre el campo, no sufría. De hecho, Carmona era un espectador, la peor noticia posible. Así fue muriendo el duelo, con una SDL que eligió mal cuando hacer el peor partido de la temporada. Sin duda triste adiós de Raúl Llona pese a la buena temporada realizada.

Langreo 2 (3) - Haro 2 (3)

Al Haro le va la marcha. Demuestra que temporada tras temporada es el conjunto riojano más fiable en las fases de ascenso. No falla. Siempre está ahí. Una nueva final más. El 1-1 de El Mazo obligaba a los de David Ochoa a marcar en Ganzábal. Sin miedos acudía el cuadro jarrero y Aimar, con la ayuda de Acebal, hacía lo difícil para colocar el 0-1 a los 10 minutos tras culminar una buena jugada por la derecha. El tanto no relajó al Haro, al contrario, le obligó a fajarse los cuartos y a saber sufrir en determinados minutos.

Nuño lanzaba al larguero y luego Javi Pérez mantenía a los suyos a flote, mientras que el Langreo estiraba sus líneas para buscar la igualada de la eliminatoria. Otra vez, el meta jarrero tocaba lo justo para que la pelota impactase en el larguero, el segundo de la tarde. El descanso hasta era bueno para enfriar los ánimos de los asturianos. Sin embargo, nada más comenzar el segundo tiempo las dificultades para los visitantes iban a aumentar.

Penalto de Pirri y expulsión. Jugada polémica por cuanto la acción pudo ser fuera del área. Acebal, desde los once metros, empataba con más de media hora por delante para alcanzar los 90 minutos. El Langreo, como era lógico, asumió el mando de las operaciones, mientras que el Haro bastante tenía que aguantar con uno menos. Orden, solidaridad y mucho trabajo. Los asturianos tampoco iban con todo y hasta veían con buenos ojos la prórroga, como si el aspecto físico pudiera pasar factura a los blanquinegros. El caso es que el tiempo adicional fue un hecho.

Michu, prácticamente inédito en los minutos anteriores, ponía por delante a los suyos con la testa tras rematar un centro de Acebal nada más reanudarse el choque. El mazazo ni intimidó a los jarreros, que confiaron en sus posibilidades. Tanto que Óscar hacía lo imposible para marcar de falta, una de sus especialidades antes de alcanzar el descanso de la prórroga. Tocaba defender con uñas y dientes. Quince minutos, alguno más al final, para dejarse el alma. Dicho y hecho. El Haro está en el bombo.

Calahorra 1 (2) – San Fernando 1 (3)

Había que marcar un gol. El Calahorra lo hizo, pero no contaba con recibir uno. En este caso Edgar, autor de todos los goles del San Fernando en la eliminatoria, hacía saltar por los aires las ilusiones de los rojillos cuando a los 3 minutos superaba a Txerra. Pese al jarro de agua fría que supuso el 0-1, los de Eduardo Arévalo porfiaron. Si ante el Atlético Saguntino marcaron dos tantos en el tiempo de descuento todo era posible.

Así, que el Calahorra se puso manos a la obra. Y eso tras el despiste inicia de Sito, Ñoño se anticipó y asistió a Edgar, estuvo a punto de costarle caro cuando Mario casi supera a Txerra. El Calahorra tenía que levantarse y lo hizó desde las acciones a balón parado. Un córner por aquí, una falta por allí. El caso es que Herce se topó con el poste y en la siguiente acción, de saque de esquina, Luis Martínez de Quel, de cabeza, daba credibilidad al proyecto calagurritano cuando en el minuto 38 empataba la contienda.

Un tanto que arrinconó al San Fernando. Los de Eduardo Arévalo estaban volcado y creían en remontar incluso antes del descanso. Faltaron las ocasiones. El San Fernando sabía que le iba a tocar sufrir, pero que iba a tener su oportunidad a la contra. El cuadro riojano percutió en aras del segundo de la tarde, pero las transiciones ofensivas de los gaditanos hacían temer lo peor. Ñoño lo tuvo todo a favor.

Con el paso de los minutos, fue Zamora el protagonista. El meta del San Fernando fue disipando dudas y cerrando las opciones de un Calahorra que lo intentaba por activa y por pasiva. Tanto que fue el salvador de su equipo cuando los de Eduardo Arévalo más apretaban. Sobre todo, en la recta final de un partido no acto para cardíacos en La Planilla. Un equipo defendiendo y el otro buscando el gol con corazón y también con fútbol.

Nacho Buil tuvo el tanto que hubiera dado paso a la prórroga, pero Zamora, en el minuto 85, evitaba el rechace del futbolista rojillo. Aún iba a gozar el cuadro local de una oportunidad más. La última. Si el duelo se habría jugado en Sagunto la salida de puños de Zamora, ya en el tiempo añadido, podía haber sido señalado como penalti. En La Planilla, pese a llevar más de dos temporadas sin ver perder a los suyos, no. Así se quedó el Calahorra en el camino de esta fase de ascenso a Segunda División B.