El Madrid no tropieza dos veces en la misma piedra

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El Real Madrid dio un vuelco a la serie de cuartos de final de la Euroliga al vencer en el Palau Blaugrana (63-70) en el segundo partido de la serie y conseguir ir a la capital con un 1-1 en la eliminatoria que, ahora, les convierte en favoritos pues tendrán dos oportunidades de ganar ante su público, tras vencer un partido en el que repitieron guión ante un Barcelona inexistente en ataque. No mejoraron, porque no supieron o no pudieron, pero lo cierto es que el Barcelona aún jugó peor sus tiros que en el primer duelo (6/23 en triples y 13/34 en tiros de dos), cuando ganaron por insistencia y defensa; no estuvieron tan finos atrás y ante la inoperancia en ataque propiciaron que los blancos, con un partido quizá peor que el primero, vuelva a Madrid con esperanzas. Pesó la ausencia de Morris, lesionado, y la de Navarro y Rubio en pista, pues anotaron 9 puntos entre ambos.

Pese a tener el primer partido en mente como ejemplo, el guión de este segundo asalto fue prácticamente calcado. Con un partido de muy poca puntuación, el Real Madrid estuvo más cómodo y jugando un poco peor que el martes consiguió dominar el encuentro en su primera parte. El Barcelona, pues, no sólo no mejoró su acierto en tiro exterior sino que salió revolucionado y se precipitó en la mayoría de sus jugadas.

Ello provocó que la primera canasta en juego para el Barcelona llegara con casi cinco minutos disputados, pero es que acabó el cuarto con sólo dos tiros anotados y una puntuación inédita en el Palau esta temporada, 8 puntos. El croata Ante Tomic hizo daño con su juego interior, pero tampoco es que el Madrid anduviese muy fino en su tiro, pues por ejemplo tampoco anotó desde la línea de 6,25 metros.

Aún así, le bastó tirar de dos o tres rachas cortas para ir casi siempre por encima en el marcador. Por parte blaugrana, pese a las muchas imprecisiones fruto de la precipitación, consiguieron una importante mejora en el segundo cuarto que les llegó a poner por delante en el marcador (22-19) por primera vez desde el 2-0 inicial. Fue Lorbek quien, con 5 puntos consecutivos al inicio del periodo, dio alas a su equipo y le volvió a meter en el partido. Además, el esloveno consiguió meter el primer triple.

De nuevo, no obstante, fue ésta una de las peores de los blaugrana. Sin acierto exterior, Pascual volvió a apelar a la defensa y puso un cinco más duro en pista. Con ello, el Barça le puso más intensidad y por lo menos consiguió obtener faltas personales y que el Real Madrid tuviera más dificultades en ataque. En menos de tres minutos de segundo cuarto hizo los mismos puntos que en todo el primero, y poco a poco fue arañando puntos al Madrid.

Una vez el Barça se puso por delante, era lógico pensar que intentarían tranquilizar su juego y buscar canastas fáciles para abrir brecha y desmoralizar a un cuadro merengue que, pese a jugar mejor, veía como el Barça les remontaba, pero fue todo lo contrario. El Barça se volvió a precipitar en ataque y el Real Madrid consiguió un parcial de 0-8 para volver a ponerse cinco puntos arriba. Eso sí, la puntuación del Barcelona en el segundo periodo fue el doble que en el primer cuarto y se fueron al descanso con 27-32.

Tras la reanudación, el juego siguió por los mismos derroteros que en el segundo cuarto. Con un juego lento y duro, se anotó bastante pese a ello bastante y el Barcelona, con más paciencia, encontró en N'dong y de nuevo Lorbek los revulsivos para, por lo menos, estar cerca de un Real Madrid que volvió a disfrutar de la máxima diferencia, con 29-37 (+8). No obstante, sin anotar de tres es muy difícil recortar y esta vez al Barça no le bastó con defender duro, que no bien.

Los minutos iban pasando y el público del Palau Blaugrana, que se volvió a llenar, empezó a impacientarse. El Madrid no jugaba a nada en ataque, pero es que el Barcelona no hacía más que regalar balones al tirar triples en cada jugada, todos sin acierto. El Madrid, pues, atónito ante la situación, fue ampliando la diferencia (38-48) y encaró muy bien el último cuarto, con 10 puntos arriba (40-50).

El último cuarto empezó bien para los locales, que con un 5-0 se pusieron a cinco puntos y con muchos minutos por jugar. El Real Madrid pareció dormirse, y Basile quiso despertar al meter su primer triple en cinco intentos. Pero a diferencia del primer partido el Real Madrid no se durmió en los laureles y tampoco le falló el pulso en los momentos decisivos.

Así, cuando el Barça se acercaba (52-54) gracias a un gran Mickeal, metieron diversas patatas calientes y cogieron una excelente renta (58-65) a falta de 1:25 para el final, que mantuvieron bien. Hubo polémica, fruto de la intensidad, pero lo cierto es que el Real Madrid jugó bien sus cartas.