Los socialistas creen que pueden obtener unos resultados muy similares a los del PP, con apenas diferencias en el número de votos.
Ambos parten de situaciones parecidas con la salvedad del fantasma de la crisis, que azuza sobremanera a los socialistas en todas partes. Si en el PP es la trama Gürtel, en el PSOE son los EREs de la Junta de Andalucía. Ambos arrojana balones fuera y califican las imputaciones de unos y otros como amorales a dos meses vista de las elecciones autonómicas y municipales.
Por eso, la portavoz del comité electoral del PSOE, Elena Valenciano, confesaba el miércoles que no habrá “mucha diferencia” de votos entre socialistas y populares el próximo 22 de mayo. Para Valenciano es posible un empate en votos, como ya sucedió en 2007, cuando el PP arañó la victoria al PSOE en número de papeletas, pero no de alcaldías, que fueran para los socialistas.
La dirigente del PSOE no quiso desvelar la incógnita de qué ocurrirá con Zapatero en la campaña electoral. Sigue, por tanto siendo un misterio en cuántos y qué mitines hará acto de presencia. Negándose a especular plazos sobre su hipotético tercer mandato, justificó al presidente alegando que “lo mínimo que se merece es respeto a sus plazos”.