El regreso de la derecha

Rioja2

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Por primera vez desde que cayera la dictadura de Augusto Pinochet, en 1990, la derecha conservadora, representada por Coalición por el Cambio, consigue ganar las elecciones presidenciales y logra colocar a su candidato en La Moneda. Sebastián Piñera, un multimillonario de 60 años, propietario de un canal de televisión, de la mayor parte de la compañía LAN Chile y el principal accionista individual del Club Deportivo Colo Colo; se ha convertido en el nuevo presidente del país tras ganar los comicios del 17 de enero.

El que fuera Senador por Santiago ha conseguido que su promesa de cambio llegará a los chilenos tras dos décadas de gobierno de la Concertación. En su programa electoral, Piñera promete “un verdadero renacimiento que nos libere de este estado de letargo que parece invadirnos, y que, al contrario, desate las fuerzas de la libertad, la innovación, la creatividad y el emprendimiento, ubicándonos nuevamente en la ruta del crecimiento y la prosperidad”.

El nuevo presidente acusaba al gobierno de Michelle Bachelet de no tener ideas, fuerza ni voluntad.

“La Concertación de hoy no es la de ayer. La Concertación de ayer tenía una misión, tenía ideales, principios, proyectos y unidad. Era una opción válida y sin duda cumplió un rol importante. Sin embargo, los 20 años en el poder le arrugaron el rostro y el alma. Donde hubo una misión, hoy solo queda la voluntad de aferrarse al poder. Donde habían proyectos, hoy campea la improvisación. Donde habían principios, hoy prevalece el oportunismo”, aseguraba Piñera en su programa electoral.

Para cumplir esta promesa de cambio, el candidato de la Coalición por el Cambio apostaba por crear un millón de nuevos empleos, superar la pobreza, derrotar la delincuencia y universalizar el acceso a la educación, entre otras.

Sin embargo, este programa se ha visto alterado por las consecuencias que ha causado el fuerte terremoto

de 8,8 grados en la escala Ricther que el pasado 27 de febrero sacudió el país, y que provocó cerca de 500 víctimas mortales y cientos de desaparecidos. El seísmo y el posterior tsunamí supusieron la destrucción de todo tipo de infraestructuras de transporte y servicio público, la paralización de empresas y comercio en las regiones más afectadas y el saqueo en algunas ciudades, en definitiva, una cifra de daños de 30.000 millones de dólares. Ahora las prioridades de Chile son otras y por ello, Piñera se ha visto obligado a reajustar sus promesas de cambio.

El caos y la inseguridad generados por este fenómeno de la naturaleza tuvieron que ser gestionados por el gobierno de Bachelet, quien entre sus primeras medidas optó por el despliegue de las fuerzas militares en las principales zonas afectadas por el seísmo para evitar así los saqueos y la inseguridad ciudadana.

Piñera, ante el terremoto

Tras estas primeras medidas, le toca el turno al nuevo gobierno de Sebastián Piñera, quien ha anunciado que impulsará una ley corta de emergencia, una de reconstrucción y otra de donaciones para apoyar las tareas más urgentes tras el terremoto y los tsunamis que azotaron la zona centro-sur del país.

Además, el nuevo presidente de Chile ha asegurado que revisará el sistema gubernamental de reacción ante catástrofes para hacerlo más eficiente. Entre esta revisión destaca la creación de un nuevo comité dedicado a enfrentar las emergencias derivadas del terremoto, el cual coordinará su actividad con el comité interministerial de reconstrucción que dirige por Marcelo Cox.

Según publica el diario chileno El Mercurio, el Presidente escogió como coordinador de este nuevo comité al empresario Cristóbal Lira, quien ya estaba colaborando en la tarea de coordinar las donaciones recibidas desde Chile y el extranjero.

Por otro lado, Piñera ha adelantado que la presencia militar continuará en zonas como Maule y Biobío para ayudar a la distribución de ayuda humanitaria e impedir los saqueos. “Los militares tienen una logística, un personal capacitado, entrenado y disciplinado. Tienen también un equipamiento [...] que permite recuperar con mucha mayor rapidez la normalidad”, ha argumentado el mandatario.

La derecha ha vuelto a la Presidencia chilena y el destino ha querido que el éxito de sus cuatro años en el poder esté ligado a la gestión de la recuperación tras el terremoto. Por lo tanto, son muchos los aspectos y prioridades que Piñera se deberá replantear a la hora de gobernar.