El Rey ha pedido al presidente francés, Nicolas Sarkozy, seguir trabajando “sin descanso” para mejorar las infraestructuras que conectan a ambos países por los Pirineos.
En el brindis de la cena de gala que los Reyes ofrecieron ayer en el Palacio Real a Sarkozy y su esposa, Carla Bruni, con motivo de su primera visita de Estado a España, el Rey ha remarcado que el refuerzo de las relaciones económicas entre España y Francia, que es “especialmente deseable en época de crisis”, requieren de la “mejora” de sus infraestructuras de interconexiones.
Aunque ha reconocido que los grandes proyectos emprendidos en los últimos años en materia de energía, líneas ferroviarias o de transporte de mercancías por mar supondrán un “avance importante” hacia la mejor participación de los dos países en las grandes redes europeas, advirtió de que “aún queda mucho por hacer” y abogó por que los dos Gobiernos prosigan “sin descanso en su trabajo por superar las barreras naturales que dificultan la comunicación” de ambos países “favoreciendo, al mismo tiempo, un pleno desarrollo regional a ambos lados de los Pirineos”.
España también espera de Francia, al igual que Francia puede esperar de España, añadió, “la mayor complicidad y apoyo” a las apuestas españolas de investigación e innovación tecnológica.
El Rey agradeció “especialmente” el esfuerzo de Sarkozy para que “se reconozca el papel” que España “puede y debe desempeñar en la definición” del nuevo orden económico internacional, en alusión al apoyo que el francés desplegó para que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pudiera acudir a la reunión del G-20 en Washington de noviembre pasado, en una de las dos sillas que correspondían a Francia, que por entonces asumía la presidencia de turno de la UE.
También le trasladó su “profundo agradecimiento y el de todos los españoles por la ejemplar cooperación policial y judicial de Francia, así como por los resultados alcanzados en la lucha contra el terrorismo y la delincuencia organizada”.
El jefe del Estado avanzó en este sentido que hoy los ministros de Interior de ambos países se reunirán con la cúpula de las fuerzas de seguridad para seguir impulsando su estrecha colaboración.
También señaló que el “excelente” trabajo que Francia desplegó durante su semestre de presidencia europea en el último semestre de 2008 será un “referente” que España tendrá “muy presente” cuando ejerza la misma responsabilidad en la primera mitad de 2010 y valoró el impulso francés a la Unión por el Mediterráneo, que tiene en Barcelona la sede de su secretaría general.
El Rey también apostó por que España y Francia, que “comparten una misma visión” y “ambición” en el proceso de integración europea, redoblen sus esfuerzos para que Europa gane en “eficacia y visibilidad”.
El Rey pronunció unas palabras en francés durante su discurso para, citando a Voltaire, sostener que “ni siquiera todas las grandezas del mundo valen lo que un buen amigo”. Don Juan Carlos inició sus palabras también con otra cita, esta vez de Cervantes, quien dijo “que amistades que son ciertas nadie las puede turbar”. A esta categoría pertenece hoy la “sólida amistad entre Francia y España”, añadió el Rey, que se refirió a Sarkozy como “probado amigo de España”.
En respuesta al Rey, Sarkozy subrayó que desde que accedió a la presidencia de la República, ha querido que los Pirineos “dejen de ser una barrera” entre los dos países y afirmó que las interconexiones hispano francesas son un asunto de “interés común”.
NO SE BAJARÁ LA GUARDIA FRENTE AL TERRORISMO
En alusión a los asuntos principales que se abordarán mañana en la XXI Cumbre bilateral, garantizó a España que contará con el “apoyo pleno” de Francia para su presidencia europea en el primer semestre de 2010, como España hizo con Francia y aseguró que Madrid y París no bajarán la guardia frente a la lacra del terrorismo, ya sea el de ETA o el de Al Qaeda, porque los terroristas son todos “unos asesinos”.
También manifestó el respaldo de Francia para que España se convierte en “miembro de pleno derecho” del G-20, el grupo que agrupa a las economías más industrializadas y las principales economías emergentes.
Sarkozy consideró además que las relaciones entre España y Francia “nunca han sido tan buenas” y señaló que los corazones de españoles y francesas laten hoy “al mismo ritmo”. “Desde la Movida madrileña, los franceses se apasionan por la efervescencia cultural de España; los españoles no ignoran nada de lo que acontece en París. Los lazos son tan estrechos que muchos franceses consideran que Picasso es uno de los suyos y tengo por seguro que numerosos españoles ven en Zinedine Zidane a un compatriota”, argumentó.
El presidente francés también tuvo palabras de elogio para el Rey, del que destacó el “prestigio, estima y popularidad” del que goza tanto en España como en Francia.
Sarkozy destacó que, en Europa España aporta “su compromiso, su dinamismo económico, su idioma con vocación universal -que siete de cada diez jóvenes franceses estudian actualmente-, su diversidad regional, su modernidad” y “enriquece” a sus socios con “su apertura hacia América Latina y con su implicación en el Mediterráneo”, de la que ha nacido la Unión por el Mediterráneo.
Entre los 129 invitados a la cena, se encontraban el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y su esposa, Sonsoles Espinosa; la vicepresidenta económica, Elena Salgado y los ministros de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Angel Moratinos; Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba; Cultura, Angeles González Sinde y Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia.
También acudieron los presidentes del Congreso y el Senado, José Bono y Javier Rojo, la presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, el presidente del Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Dívar, el fiscal general del Estado, Cándido Conde Pumpido, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón.
Entre los representantes de las formaciones políticas, se encontraban el líder del PP, Mariano Rajoy, y algunos parlamentarios, como Josu Erkoreka (PNV), Joseph Sánchez Llibre (CiU) y José Antonio Alonso (PSOE).
También han acudido a la cena algunos empresarios, como el presidente del Santander, Emilio Botín o el del BBVA, Francisco González, así como el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales, Gerardo Díaz Ferrán y representantes del mundo de la cultura, como el chef Juan Mari Arzak, el pintor Eduardo Arroyo, el dramaturgo José María Flotats, el escultor Manuel Valdés y los toreros Curro Romero y Sebastián Castella.