En busca de una estrategia contra el síndrome de la clase turista

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Prevenir la aparición del síndrome de la clase turista, que afecta a más de un 3% de los pasajeros en vuelos de más de 4 horas de duración y que puede ser causa incluso de muerte súbita de personas sanas por embolia pulmonar masiva, es el objetivo que se pretende alcanzar con un nuevo dispositivo ideado por la Universidad de Granada (UGR), diseñado y fabricado por Entrenatech, una empresa de I+D de la UGR. Esta iniciativa de I+D está probándose en un estudio iniciado en el CARD (Centro de Alto Rendimiento Deportivo de Sierra Nevada).

Como explica uno de los responsables de este proyecto, Fidel Fernández Quesada, profesor asociado de Cirugía y especialista del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Clínico San Cecilio de Granada, se ha escogido el CARD porque al estar situado a más de 2.000 metros de altitud se pueden simular perfectamente las condiciones que existen en vuelos internacionales; de hecho, añade, se han cuidado al máximo todos los detalles, de manera que los participantes comen lo mismo que se ofrece en estos vuelos y están situados con espacio y movilidad similar.

Partiendo de estas condiciones, se evalúa por medio de diferentes pruebas diagnósticas la posible aparición de signos indicativos del síndrome de la clase turista; al mismo tiempo, se evalúa la utilidad de un nuevo dispositivo para prevenir el desarrollo de trombosis venosas en las piernas.

Como indica el experto, la idea es probar con los responsables del proyecto (Entrenatech) su patente (denominada 'slip-flow') en una situación muy semejante a la que existe en la cabina de un avión presurizado volando a altitud de crucero. En el estudio se evalúa a voluntarios sanos, que estarán varias horas con movilidad restringida y con la dieta de catering de un avión, tanto en bebida como en alimentación sólida.

Como principal recurso diagnóstico se utiliza el sistema de ultrasonidos M-Turbo, de la empresa Sonosite, que permite su utilización en todas las aplicaciones clínicas en los puntos de atención a pacientes.

El término 'síndrome de la clase turista' fue acuñado a finales de los años 1990 para denominar a varios casos de muerte súbita de personas jóvenes y sanas que sólo tenían como nexo en común el haber realizado viajes largos en avión en los días previos. Debido a esto se detectó que personas que realizaban viajes de larga duración en avión tenían un riesgo mayor de sufrir trombosis, especialmente trombosis venosa profunda (TVP) y su principal complicación: el tromboembolismo pulmonar.

El mecanismo de la trombosis en viajes largos es debido a la combinación de inmovilización, deshidratación y factores predisponentes. Personas con enfermedades que predisponen a la trombosis como síndrome antifosfolípido y cáncer tienen probablemente mayor riesgo al igual que todas aquellas personas que tienen problemas circulatorios, las personas mayores y las embarazadas. Los síntomas pueden manifestarse con posterioridad al vuelo en forma de hinchazón, dolor, o bien hormigueo en las extremidades.