Es un firme defensor de las matemáticas más allá de los números. Asegura que las matemáticas nos hacen ciudadanos más libres y menos manipulables y lo argumenta a la perfección en esta charla que hemos mantenido a bordo de un Smart por las calles de Logroño.
Eduardo Sáenz de Cabezón es matemático, profesor de Lenguajes y Sistemas Informáticos en la Universidad de la Rioja, teólogo y youtuber. Tiene más de 600.000 seguidores en su canal de Youtube, Derivando, en el que enseña curiosidades matemáticas de la forma más divertida.
Todo empezó a raíz de una charla TED que impartió en Buenos Aires. “Yo no sabía que tenía tanta repercusión, pero a partir de ahí me empezaron a llamar muchísimo para proponerme cosas, una de ellas una productora que me propuso crear un canal de Youtube”, cuenta, “yo no quería un canal de dar clases, de esos hay otros y están muy bien, les propuse algo más cotidiano, para que la gente perdiese el miedo a las matemáticas, les cogiese gusto”.
Él descubrió ese gusto en el Instituto Sagasta, gracias a sus profesores, Emilio Fernández y Manolo Benito. “La gente de matemáticas estamos en desventaja porque otras materias tienen otros apoyos fuera de las aulas pero las matemáticas sólo las vemos en clase”.
En nuestro recorrido por Logroño, Sáenz de Cabezón nos guía hasta la Fuente de los Ilustres donde se encuentra la estatua de Julio Rey Pastor, el riojano que puso las matemáticas españolas como referente mundial.
Defiende este científico riojano que “el rigor matemático nos ayuda a discernir y por eso hay tanta demanda de matemáticos en las empresas, porque somos personas que sabemos dividir los problemas para enfrentarnos a ellos”.
Cree además que el gusto por el aprendizaje es una asignatura pendiente. “Lanzamos un mensaje a los niños continuamente centrado en el futuro pero, ¿y el presente?”, reflexiona mientras asegura que en sus clases se encuentra con jóvenes “muy motivados y preparados pero con mucha presión, ese mensaje de que no se puede fallar es muy peligroso”.
En nuestra ruta con Mercedes llegamos también hasta las pistas del Adarraga, donde Eduardo Sáenz de Cabezón desvela otra de sus grandes pasiones: el atletismo. “Hay muchos matemáticos que corren, en el departamento de Matemáticas de la UR hay todo un equipo de corredores”, cuenta, “yo pienso mucho en matemáticas mientras corro y lo hago de una forma distinta a la que lo hago sobre un papel o una pizarra, además el atletismo te ayuda a gestionar tu fracaso, a valorar el esfuerzo”.