inicio noticias relacionadas España es el país de la UE con menores costes fiscales para los futbolistas extranjeros, según el último estudio elaborado por Ernst & Young Abogados, que compara los costes tributarios de los expatriados en Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Holanda y España.
Las principales diferencias radican en que algunos de los países analizados tienen regímenes especiales aplicables a personas que trasladan su residencia a dicho país, como es el caso de muchos jugadores de fútbol.
En España, este régimen especial existe desde 2004 para las personas que con motivo de un desplazamiento laboral al país adquieran la residencia fiscal
y siempre que cumplan determinados requisitos. Entre ellos, no haber sido residente fiscal en España en los diez años anteriores al año del desplazamiento y que el empleo se desarrolle en nuestro país.
La norma, conocida como 'Ley Beckham' porque coincidió en el tiempo con la llegada del futbolista inglés al Real Madrid, trata de promover la entrada de empresas, directivos y profesionales extranjeros a España tomando como modelo beneficios fiscales análogos a los vigentes en otros países del entorno europeo para los expatriados.
De esta forma y con carácter general, el régimen especial permite tributar como no residente al tipo fijo del 24% sólo por las rentas que se generen en España.
Se puede aplicar hasta un máximo de 6 años y debe solicitarse dentro de los seis meses siguientes desde la fecha del inicio de la actividad en nuestro país.
EL 24% FRENTE AL 43%
El tipo fijo del 24% es muy beneficioso para los jugadores de fútbol extranjeros, ya que dados sus importantes ingresos, les permite un importantísimo ahorro de impuestos frente a lo que pagaría cualquier contribuyente español que tributara al tipo marginal máximo del IRPF, que puede ascender hasta el 43%, y además pagaría por toda su renta mundial.
El régimen tiene carácter individual, lo que implica que a las esposas de los futbolistas que se trasladen a España no les será de aplicación el citado beneficio fiscal y deberán tributar por su renta mundial a los tipos progresivos, ya que su desplazamiento a España no viene motivado por una relación laboral.
España no es el único país en disfrutar de estos beneficios fiscales. En Holanda, los expatriados tienen el 30% de su salario exento de tributación durante 10 años
, siempre y cuando cumplan determinadas condiciones, y gozan de reducciones fiscales sobre determinadas retribuciones en especie como la de la escolaridad de los hijos. Si no se acogen al régimen, tributan sobre todas las retribuciones salariales a tipos progresivos, siendo el tipo máximo el 52%.
En Francia y Reino Unido, el mecanismo establecido es más complejo. Los expatriados tributan a tipos progresivos (siendo el tipo marginal del 40% en ambos casos, aunque en Reino Unido han anunciado que lo subirán al 50%), pero tienen determinadas exenciones.
Así, en Reino Unido y si se dan ciertas condiciones, los expatriados pueden tributar como residentes no ordinarios durante los tres primeros años por los rendimientos que generen en suelo británico, pero se considera exenta la parte del salario correspondiente a los días que el jugador trabaje en otros países distintos al Reino Unido.
En Francia, en enero de 2004 se aprobó un paquete de medidas gracias a las cuales, si se cumplen ciertos requisitos, están exentos los complementos de expatriación (casa, colegios, etc). Asimismo, queda exento, con el límite del 20%, el salario del expatriado correspondiente a los días trabajados fuera de territorio francés. En Alemania, sin embargo, tributan a la misma escala que los residentes, con un tipo máximo del 45%.
LOS CLUBES DE FÚTBOL ESPAÑOLES TAMBIÉN PAGAN MENOS
Según Ernst & Young Abogados, las diferencias expuestas ponen de manifiesto que el efecto de los impuestos puede ser relevante para los clubes a la hora de realizar los fichajes, sobre todo si se tiene en cuenta que los jugadores suelen negociar el salario neto, es decir, una vez deducidos los impuestos y los costes de la Seguridad Social.
De esta forma, España sigue siendo el país más ventajoso en términos fiscales. Así, el contrato de un jugador con unos ingresos netos al año de 500.000 euros, implicaría para un club español el pago en impuestos de 180.059 euros; mientras que para una retribución de dos millones de euros, la suma ascendería a 680.059 euros.
A España le sigue de cerca Holanda, con un coste fiscal de unos 275.000 euros (para el salario neto de 500.000) y de poco más de 1.130.000 euros (para los dos millones netos), mientras que en el extremo opuesto estaría Francia, con un coste cercano a los 822.000 euros y de 3.430.000 euros, respectivamente.